Si existe un buen momento para visitar la Costa Brava, ése es cualquier mes que roce la temporada alta, sin necesidad de zambullirse en el barullo del mes de agosto. Podríamos decir que las buenas temperaturas de la primavera o del otoño, más alejadas del sofocante verano, se convierten en perfectos aliados para acercarse a la zona y disfrutar del sol, la brisa y la arena en su mejor momento. Así que si tienes planeada una escapada cercana al norte de Cataluña, o sencillamente este artículo te ha animado a explorar la zona, hay una parada para comer ineludible: el Tragamar. Un restaurante de comida mediterránea situado en la playa de Calella de Palafrugell, con una suculenta carta marinera e infinidad de arroces para degustar con el mar -como su nombre bien indica- literalmente a tus pies.

Ofrece una suculenta carta marinera e infinidad de arroces para degustar con el Mediterráneo, literalmente a tus pies

Tragamar es un agradable restaurante con un interior cómodo, que se sitúa a medio camino entre la tradición marinera y la modernidad bien llevada de la Costa Brava. El espacio, firmado por la interiorista Sandra Turruella, se convierte en un buen escenario para degustar su carta. A priori, recomendamos pedir una mesa en la terraza o, en caso de que el clima no acompañe, cerca de la ventana, para poder ver el espectáculo con que te deleita el lugar. Exacto, uno de los puntos fuertes del restaurante, sus vistas, no se pagan, vienen de regalo.

La carta empieza con platos para picar, entre los que encontramos clásicos como sus croquetas de pollo y jamón ibérico, las apetitosas sardinas a la plancha o sus patatas Bhutan. El menú sigue con ensaladas para dar paso a su plato fuerte: los arroces. Caldoso con pescado y marisco, de bogavante o de butifarra y setas; aquí hay para todos los gustos. No obstante, y dada la situación de Tragamar, el restaurante también cuenta con una extensa carta de pescados, que van desde recetas tradicionales como las gambas o las sardinas a la plancha, hasta otros algo más cosmopolitas como el carpaccio de atún al estilo sushi, el tartar de salmón o el tataki de atún con guacamole. Lospostres van desde clásicos como el tatín de manzana o el de crema catalana a otros tan nostálgicos y entrañables como el corte de helado.

Recomendamos que eches un vistazo a sus sugerencias del día, acostumbran a ser una grata sorpresa. Comer aquí costará sobre 40 euros que bien merece pagar si te acercas hasta la playa del Canadell, uno de los rincones más bonitos de la costa de Girona. Más info y reservas haciendo click aquí.