Los hermanos Colombo han vuelto a dar en el clavo. Tras sentar cátedra de cómo se cocina en Venecia con el Xemei y extender su fórmula en formato tapa en Can Cisa/Bar Brutal, vuelven a la carga con la resurrección de un clásico del Raval: el Bar 68. Los gemelos Max y Stefano Colombo dan en el clavo con distinta ecuación pero con el mismo resultado que sus antecesores, en esta ocasión en formato coctelería, donde también puedes degustar una sabrosa carta de tapas.

Los hermanos Colombo son conocidos por su éxito en el Xemei y Can Cisa/Bar Brutal

Los hermanos Colombo han conservado la esencia canalla de uno de los bares más míticos del Raval, pero le han dado un toque algo más sofisticado sin pasarse ni un milímetro de la raya. El punto justo para sentirse cómodo pero no hundido en el clásico patchwork vintage pasado de rosca en el que caen tantos bares de la zona. El escenario perfecto para la que se predice será la coctelería insignia del Raval durante una temporada larga. La barra está dirigida por Miquel Ángel Palau, que combina la coctelería clásica con la de autor. Puedes tomarte desde un Hemingway Daiquiri, a un Mojito Aniversario -llamado así por el tipo de ron con el que lo hacen-, hasta un Moscow Mule, un Sigapore Sling u otra delicatessen de la familia Sour -a escoger entre nuestro querido pisco o un tradicional whisky-. No obstante, si te sumerges de pleno en la aventura del recién inaugurado espacio y no tienes miedo a los sabores nuevos, recomendamos que escojas uno de los cócteles made in Bar 68. Puedes probar el Mascetti -con mezcal San Cosme, la nueva bebida que dará de qué hablar los próximos meses-, el Yakusa Dry a base de vodka y sake, o el Maryland Sour, hecho con vodka, Saint Germain, azúcar de jengibre, pomelo y ahumado de hoja de cáñamo. Si se te hace la boca agua leyendo estas combinaciones, espera a leer las cerca de 15 referencias propias de la casa.

Su sección de snacks cuenta con clásicos indestructibles como las ostras o los berberechos en escabeche casero, así como un sabrosísimo -y súper especial- cangrejo en saor o los rollos nem de tofu y verduras, el ceviche peruano o las sabrosas samosas de pescado con chutney de mango. También cuenta con unos pocos platos para que a nadie le pillen los cócteles con el estómago vacío, entre los que encontramos el famosísimo steak tartar que los hermanos Colombo han importado a todos sus restaurantes, el pulpo a la brasa con kimichi casero y ajo tierno o el pescado al estilo thai con hoja de plátano.

Si cenas en el Bar 68 y riegas la noche sólo con cócteles, pagarás sobre 50 euros, que se pueden ver rebajados si se prefiere vino. Casi todos los cócteles rondan los 9-12 euros, un precio correcto si tenemos en cuenta en ambientazo del lugar.