Tanto si ya te fuiste de vacaciones y tus próximos días libres en el curro quedan aún un poco lejos como si no eres de remojarte el trasero en la playa o hacer escapadas para reencontrarte con la madre naturaleza, siempre hay alguna opción de gastro-ocio que echarte a las espaldas. En esta ocasión dejo, un poco, de lado el comer por el comer para entregarnos al bebercio más estival, cambiando la terraza por el interior pero dedicándonos a paladear cócteles de autor como perfecta incógnita que despeje la fórmula.

Chatarra Cocktail Bar abre al público, en pleno barrio de Las Salesas, para dar ese toque “beber a otro nivel” que el vecindario estaba necesitando

Culpa de ello la tiene su barman de origen uruguayo, Tato Riella,  que dirige una carta tan variada como colorista, atendiendo sobre todo a aquellos sabores que desde la infancia han quedado grabados en lo más hondo de nuestro subconsciente.

Un inside out de pequeñas creaciones líquidas cuyos sabores viajan entre los caramelos violeta que nos daba nuestra abuela a esos Menthos que siempre llevamos encima, pasando por los Fentimans que tanta gusa nos han quitado o tantas veces han substituido a ese pitillo en nuestra época más detox.

Once cócteles hechos para el feligrés (más canalla) de esos aperitivos de fin de semana o sobremesa nocturna, previa a una buena fiesta, y que tienen en el París Vintage (June, ginebra, albahaca y lime rose), Ron Ronea (ron, licor Cherry Heering, zumo de lima, eucalipto, piña y pimienta rosa) o mi favorito, el Frida Khalo  (tequila blanco, Cointreau, cassis, zumo de lima y arándanos), sus mejores coartadas.

Si esto te parecía poco, decirte que los fines de semana cuentan con una variada y puntera cantera musical de Dj’s para ofrecerte el mejor acompañamiento de esas risas y bailoteos tan de buen rollo y que con Homeboy o Torsten Rothschmitt darán ese toque pop/rock internacional a tu agosto en la ciudad. Te aseguro que no envidiarás las fotos de barco, arena y gaviota voladora de tu amiga en Instagram.