El éxito de un nuevo restaurante, casa de comidas, punto de encuentro foodie o food truck no se mide por la cantidad de gente que vaya a su inauguración o la clientela que se dirija en fila india a disfrutar de sus propuestas culinarias, sino en la capacidad de mantenerse durante un tiempo considerable y seguir recibiendo a esa misma clientela que ya hizo su foto para su red social de cabecera y sigue disfrutando de su oferta culinaria más allá del like de turno. El NoName Bar está en la onda de conseguirlo.

Abierto hace un par de semanas y después de su desembarco, muy esperado por los más entregados al sibaritismo gastro del barrio, el NoName Bar ha ido atrayendo tanto a curiosos como entregados amantes del buen yantar, en un constante ir y venir de comensales satisfechos. Localizado en una coqueta esquina de la calle Alberto Aguilera y descubriéndose como un pequeño local con más de una especialidad gastronómica, la cocina asiática con una vuelta (o incluso dos) es el DO-RE-MÍ  de su regusto en boca y gloria en estómago.

Una cabina DJ y música electrónica hacen que entre cerámica, farolillo y demás parafernalia oriental, esta taberna canalla gane su merecido tanto

Un local regentado en cocina por el chef Sergio Pérez, conocido por ser el fundador del laboratorio y escuela de cocina Chefslab, donde el ir con reserva será tu confirmación absoluta para disponer de una mesa donde entregarte a alimentar a todos tus sentidos.

El nuevo punto de encuentro con rollo oriental en Madrid, que sin caer en ningún tipo de cliché establecido prepara uno de los mejores edamames de la capital para abrir el apetito, te hará caer en la obsesión de querer probar cada uno de los platos -si no es en la primera visita, en las que sean-.

Si te decides, no dudes en probar su NoName salad, el roll de marisco tempurizado con queso y wakame, los niguiris de salmón o hamachi, el arroz pegao de steak tartar, la wayega burger o los langostinos en tempura con mayonesa de kimchi (con toque picante) si eres un amante del típico rebozado japo. ¿Algo más? Pues que empieces a llamar por teléfono para reservar para no ser de aquellos a los que siempre le cuentan las cosas. Tendrás que ser el primero, ¿no? Buen provecho.