Nos agarramos a los rooftops de la ciudad como a un clavo ardiendo para alargar los días de luz antes de que el bochorno llegue a su fin. Entre las alternativas de este verano que da sus últimos coletazos, el Chiringuito que corona Casa Bonay en Barcelona se ha vuelto a convertir en un firme candidato para dilatar los meses de calor, gracias a un espacio que opera bajo la filosofía glocal con la barbacoa y los vinos naturales como máximos aliados. F: Todas las imágenes cortesía de Casa Bonay

Un año más, el Chiringuito que corona Casa Bonay se ha vuelto a convertir en un firme candidato para dilatar los meses de calor

El chef Giacomo Hassan es el encargado de encender las brasas a diario, con la intención de que este 2022 se prolonguen hasta que el tiempo lo permita sin marcar una fecha en el calendario. Con un crossover perfecto entre los huéspedes y público local, el Chiringuito invita a empezar con platos simples pero que desbordan sabor, como los tomates de la huerta de Marc, el labneh with chermoula o una focaccia recién horneada que sabe a gloria, y que nos recuerda el país de origen de Hassan.

La carta de este Chiringuito urbano divide su propuesta entre entrantes frescos y platos de robata

Las exquisitas opciones gastronómicas del lugar se consolidan con su sección de Robata, donde encontrar platos como las alitas de pollo teriyaki, el pez espada con mayonesa de cúrcuma, el perrito de butifarra a la brasa con queso o las vieiras. Es aconsejable acompañar estos deliciosos platos de sus sides a la brasa como los corazones de lechuga o las patatas con allioli y alcaparras.

El punto final –o casi– lo ponen sus postres, con nombres y apellidos como el chocolate con aceite de oliva y sal o las fresas con nata. Dulces sencillos que toman completo significado gracias al producto en el Chiringuito. Rematar la jugada y alargar es fácil gracias a una carta de cócteles sencilla pero bien ejecutada, con nombres como el Bamboo, el Negroni, el Moscow mule o el Paloma.

Lo mejor, además de la brisa y esa elegancia austera que imprime el carácter de Casa Bonay, es el maridaje para este festín a base de caprichos. Desde su carta de vinos ecológicos hasta sus cócteles pasando por su carta de cervezas, el abanico es de todo menos aburrido.

Una visita Chiringuito te costará alrededor de 35€, dependiendo del hambre y la sed con la que acudas a una de las terrazas más prometedoras de la ciudad.