Uno no es consciente de que la sencillez puede llegar a ser sofisticada hasta que se sienta en una de las mesas de Auto Rossellón. Un espacio parco que no por su condición de austero deja de ser elegante y tras el que encontramos el savoir faire de Ronit Stern y Rafael Campos. En su día, la pareja ya nos mostró las bondades del buen pan a través de Crustó y de los productos de temporada con Totó. Ahora abren las puertas de un restaurante de aire campechano y sincero, que sube cada mañana la persiana para servir desayunos y las cierra cada noche tras preparar cócteles que bien merecen saltarse la operación bikini. Bárbara Aurell -artífice del estudio Espacio en Blanco- ha sido la encargada de convertir un antiguo taller de reparación de coches en un agradable restaurante de nombre homónimo, con un claro carácter desenfadado y familiar.

Sencillez y sofisticación se funden en una carta sana que muta a lo largo del día

Ni corto ni perezoso, Auto Rossellón da la bienvenida a vecinos del barrio y a aquellos que trabajan por los alrededores de Enrique Granados a las ocho de la mañana para servir desayunos. Ya desde primera hora, la carta del lugar deja entrever la naturaleza inetiquetable de su cocina: desde tostadas con aguacate, semillas de tomate y queso feta; al bikini de la casa con queso Comte, cebolla caramelizada y jamón; o los huevos revueltos con tostada de pan de leche. Sin olvidar los clásicos de la bollería en su máximo esplendor, teniendo en cuenta la herencia de Crustó, una de las panaderías más sibaritas de la ciudad, ni los zumos y smoothies hechos al instante. Y todo acompañado por un café como Dios manda, el mismo que factura la Marzocco que preside el espacio.

Aunque también cuentan con un delicioso menú de mediodía por 14,50€, la noche es el momento en el que las recetas de Auto Rossellón brillan con máximo esplendor. Aperitivos como las almendras con hinojo chily y comino o los rabanitos y otros crujientes en bagna cruda son el perfecto precedente de lo que espera a continuación. Todos los platos vienen marcados por un sello muy personal y por el uso de productos frescos y de proximidad, los mismos que generan esa impresión de estar haciendo un favor a tu organismo mientras los ingieres.

La noche es el momento en el que las recetas de Auto Rossellón brillan con máximo esplendor

Entre los favoritos de Good2b -y seguro que tuyos también cuando los pruebes- están la remolacha asada al horno con aguacate y queso de cabra; el tartar de solomillo con tostada de trufa blanca; el carparccio de carne con mazo de mortero -solo el espectáculo que requiere su preparación ya vale la pena-; o el pulpo joven con patatas y almendras. Los postres también contemplan bocatti di cardinale como la tarta rota o el el hojaldre -más o menos- con frutos rojos, un delirio visual y gustativo para los paladares más dulces. Cenar aquí te costará entre 25 y 35€, dependiendo del apetito, el vino con el que decidas regar la cena o si apetece alargar la sobremesa con copa tras el café.