¿Hace cuánto que no comes buena carne? Aunque pienses que es fácil hincarle el diente a un buen pedazo de proteínas, no siempre el éxito está asegurado. Lo importante es elegir bien y poner rumbo a esos lugares que sabemos que no solo ofrecen buen producto, sino que también se enorgullecen de una propuesta sin más artificio que el que tú te sientes a la mesa. ¿Conoces Baby Grill en Madrid? F: Eduardo González para Entrepintxos

El grupo Rubaiyat, con ocho locales repartidos por todo el mundo, celebra en Baby Grill el triunfo de la informalidad más carnívora

Los más carnívoros de la sala seguramente conozcan las maravillas de Rubaiyat Madrid, el templo de la carne brasileña en la capital. Un restaurante bajo el que en 2019 nacía Baby Grill, un pequeño restaurante de terraza más que generosa (abierta todo el año) y una carta más informal que su hermano mayor, pero sin perder la contundencia de sus espléndidos sabores.

Espectaculares carnes, traídas de haciendas propias, que no opacan al resto de posibilidades de una carta que, sin ser muy variada, merece un verdadero diez por su equilibrio entre calidad y precio. Un capricho más casual, y al alcance de todos, donde son capaces de versionar los clásicos Rubaiyat y no decaer en el intento. Una propuesta a tener en cuenta si, ahora que hace calor, no quieres adentrarte en pleno y caliente centro, y te apetece entregarte a los barrios residenciales de los límites de El Viso.

Un Baby Grill que bien merece la visita, pues su pan de queso, los dados de tapioca, las bombas de carne, los chips de solomillo o el riquísimo pulpo son los culpables de que empieces a sumar y a seguir y su picanha o el entrecote fileteados, la entraña, el steak tartar o sus magistrales hamburguesas (pan de queso, wagyu o la de quinoa), los responsables de que llegues a poner el broche final a una comida y/o cena digna de señalar en tu lista de place to be a los que volver sin parar.

¿Un postre o copita para completar la experiencia? Ni se te ocurra marcharte sin haberte endulzado con su panqueca con dulce de leche y dado un buen trago a su caipirinha, que falta nos hace refrescarnos.