By
Bru Romero

Ya que de momento se nos desaconseja viajar, lo mejor será que descubramos hasta el más mínimo rincón de nuestra ciudad/comunidad. Para ello, no podemos dejar pasar un restaurante donde la magia gastronómica hace de las suyas y los trucos no son solo trucos sino realidades emplatadas que dan mucho gusto y nos hacen recobrar esa ilusión, esa inocencia por las cocinas de aquellos que no se estancan, innovan, sin más artificio que el talento para dar de comer. ¿Dónde? En Bahía Taberna, por ejemplo. F: Cortesía de Bahía Taberna

Localizado a las puertas de la Terminal 4 (es decir, en Barajas) nos topamos con un espacio diáfano pero muy bien amueblado (culinariamente hablando). Un lugar alejado, lo suficiente, de los puntos de encuentro básicos de los foodies más expertos, pero que no decae en ningún caso. Una suerte, un oasis entre tanto escenario impostado que nos remueve aquellos recuerdos buenos de la última vez que comimos excepcionalmente bien y que no hemos vuelto a repetir.

Barajas es nuestro comodín cuando cansados estamos del centro, y es que Bahía Taberna te hace volar sin necesidad de pillarte el puente aéreo

Dos conceptos en un mismo local –aunque, por razones que ya todos sabemos, mantienen solo uno (su taberna, dejando su restaurante para más adelante)–, que, ya sea picoteando o entregándonos a sus menús degustación (corto o largo), son ya casi toda una obligación. Una propuesta informal de lo más atractiva para el personal, que no duda en dejarse guiar por unos camareros atentos y disfruta con la puesta en escena que deja, en muchos casos, con la boca abierta.

Un restaurante donde a su ensaladilla rusa, croquetas, pescados o legumbres (según el mercado), tagliata de buey o steak tartar le siguen otras opciones fuera de carta como la coliflor rusa, la gula de monte, las mollejas de langostino, el salmonete o los callos, el arroz con panceta y setas, el tataki de buey, el atún rojo o el taco de pollo que, de primeras, parecen platos de lo más simple pero que pronto se desenmascaran frente a nuestro paladar, que descubre sabores más allá del nombre y que le costará mucho olvidar. ¿Por qué? Porque aún hay personas que le ponen empeño a la cocina y que tienen un talento innato para hacer, de lo simple, toda una bomba de relojería que queremos dejar explotar.

Detalles




  • Dirección: C/ Bahía de Palma, 9
  • Horario: J-S: de 13:00h a 15:30h y de 20:00h a 23:00h | D: de 13:00h a 17:00h
  • Teléfono: 917 47 69 44
  • Tipo: Restaurante
  • Web: https://bahiataberna.com/reservas/