Con la llegada del viernes y de un finde que queremos aprovechar (en Madrid), no nos importa tener que coger el coche/transporte público para alejarnos un poco del centro. Ponemos rumbo a las afueras para que nos dé un poco de aire fresco, consigamos resetear de toda la semana y nos entregamos al único placer que, de momento, podemos seguir aprovechando en la capital española: comer. ¿Quieres probar algo diferente? bAravaca te espera con los brazos abiertos. F: Todas las imágenes cortesía de bAravaca

Situado, como bien dice su nombre, en Aravaca, bAravaca es uno de esos espacios donde tiene cabida todo lo que necesitas para disfrutar y obligar a los malos pensamientos a quedarse fuera. Un restaurante que, ya sea para comer o para copear con los amigos. resulta un absoluto oasis entre tanta locura, que calma el espíritu y te devuelve las ganas de festejar, pero sin perder la cabeza. Un lugar donde la gastronomía más internacional se funde con la modernidad de unos cócteles que son de obligada parada y la música en directo, porque a cosmopolitas no hay quien los gane en la zona.

Ponemos rumbo a las afueras para disfrutar de un puente como nuestras ganas de huir del mundanal ruido mandan, y nada mejor que bAravaca para encontrar la paz y llenar, como merecemos, el estómago

Pero, ¿y qué se come? Pues de todo y bien rico. Hay ensaladas de tomate rosa con lascas de ventresca o de burrata de búfala sobre tartar vegetal y toque de salmorejo, miniarepas venezolanas de pollo chipotle con toque de cilantro, tortilla de Betanzos y pimientos de padrón, minicocas de sardina ahumada con guacamole, langostinos broché sobre cama de verduras, ensaladilla rusa (¡estupenda!), miniburger de vaca con queso de tetilla, cecina de León, poke hawaiano de salmón marinado, bocados de rape con muselina mariscada y ajo dulce, chipirones de anzuelo a la parrilla sobre quinoa negra, minicachopos de pitu de Caleya con queso ‘laperal’, steak tartar con aderezo y helado de mostaza, aguayón de Black Angus con reducción melosa de sus jugos, lomo de vaca madurada trinchado a la parrilla… ¿De postre? Tarta casera de manzana y crema de helado de vainilla, makis de mascarpone y toque de miel ecológica y pastel de zanahoria casero. La experiencia culinaria está asegurada, y te faltarán dedos para chupar.