Si eres de los que dice que segundas partes nunca fueron buenas, va siendo hora de que cambies el chip y de que descubras por ti mismo los placeres de comer en Benares. Comida india en su punto exacto y toda una segunda parte que te permitirá saltarte la norma porque, al fin y al cabo, nada sienta mejor que saltárselas de vez en cuando (solo las gastronómicas, ¿eh?). ¡Hala! Buen provecho. F: Todas las imágenes cortesía de Benares

Situado en pleno meollo de Chamberí y como punto y seguido del Benares de Londres (abierto en 2006), la sede que descubrimos en la calle Zurbano poco le tiene que envidiar. Alta cocina india, como pocas veces has probado, donde los recetarios más populares se funden con las técnicas (y tecnologías) más modernas y punteras. ¿El resultado? Magia gastronómica para el paladar más sibarita, que curtido en muchos indios callejeros se lo quiere montar, ahora, un poquito más refinado.

El chef Iván Ortíz propone en su Benares a domicilio no solo la opción de pedir platos sueltos, sino también la posibilidad de ordenar cualquiera de sus menús cerrados

Una cocina capitaneada por el chef Iván Ortíz que, inspirándose en la ciudad sagrada india que da nombre al restaurante, sabe exprimir al máximo los sabores más profundos e intensos de la cocina hindú en una propuesta clara, concisa y de lo más auténtica, que no admite ningún tipo de floritura de más.

Otro negocio que reorganizándose con los nuevos tiempos llega, también, a tu domicilio para que no pierdas comba ni la oportunidad de saborear sus supremas de pollo asadas al tandoor marinadas en yogurt con lima y chile de Cachemira, la coliflor salteada con asafoétida y coco fresco, el más sabroso curry de pollo en cremosa salsa de tomate al macís o el de verduras a base de leche de coco especiado con semillas de mostaza con hojas de curry y cúrcuma, el curry de langostinos con semillas de mostaza o el de cordero al estilo Cachemira aromatizado con cardamomo y azafrán, las lentejas negras al estilo tradicional, los garbanzos con cebolla y cardamomo, el pan naan relleno de queso manchego o la crema catalana a base de leche de coco y aromatizada con cardamomo verde y jengibre que ya a tantos han enamorado. ¿Quién dijo que segundas partes no están para chuparse los dedos?