Malasaña tiene todavía rincones secretos y muestra de ello es el Café del Jardín. Su ubicación en el corazón del Museo Romántico lo convierte en incomparable; seguro que has pasado mil veces por delante ignorando el tesoro que esconde el lugar. Todo un remanso de paz en el corazón del bullicioso barrio, ideal para una buena lectura, charlas con los amigos o aprovechar su wi-fi e ir con tu ordenador a pasar la tarde.

La decoración es de inspiración decimonónica y, cómo no, romántica con aires franceses. Dentro tienes el salón de té con vistas al jardín. También han habilitado un patio del palacio para el placer de los visitantes con árboles, una bonita fuente, unos bancos? ¡Romanticismo total!

La carta cuenta con una amplia oferta de tés y cafés, así como unas espectaculares tartas caseras elaboradas con productos ecológicos, traídas de La Mojigata. Sin duda una buena combinación para la merienda perfecta. También tienen ricos desayunos por 2,5 euros y platos salados como quiches, tostas, ensaladas y bocadillos con diferentes tipos de pan.

Si estás por el centro y necesitas desconectar un momento, el oasis de Café del Jardín es el plan perfecto.