Consolidado como uno de los locales de referencia de la zona, Café San Telmo cumple 11 años con imagen y carta renovadas, en una de las esquinas más celebradas de la Avenida Diagonal. No en vano, este café-restaurante ha tomado prestado el nombre del barrio de Buenos Aires que se ha popularizado a lo largo de los años por sus característicos locales, en los que se puede comer y beber a cualquier hora del día, sumergiendo a sus clientes en un ajetreo festivo y frenético. Tras la reforma, firmada por Tarruella Trenchs Studio, la nueva carta presenta las recetas clásicas de cafetería de toda la vida con el toque gourmet de la casa. El resultado se traduce en una amplia variedad en su carta de desayunos y meriendas, así como en su menú de zumos o en su vertiente más verde y healthy, además de ampliar su selección de tapas gourmet para saborear non stop a cualquier hora del día.

El mítico local de Diagonal cumple 11 años con nuevo interiorismo a cargo de Tarruella Trenchs Studio y novedades en su carta, conocida por ofrecer comida de cafetería de toda la vida aunque actualizada

Café San Telmo se ha consolidado -tal y como buscaba su fundador Isidro Marqués tras un viaje a Argentina- como un lugar donde empezar el día con sus abundantes desayunos, seguir con una comida equilibrada; para dar paso a sus populares afterworks, cenas y las posteriores copas. Cabe tener en cuenta que esta cafetería-restaurante fue una de las impulsoras del gintónic en Barcelona y que, a día de hoy, cuenta con más de 100 referencias. Pases a la hora que pases, la carta del Café tiene siempre un claro acento mediterráneo, basado en los productos frescos y de temporada, con predilección por el kilómetro cero.

Así pues, el Café San Telmo madruga cada mañana para ofrecer desayunos que incluyen clásicos de nuestra gastronomía como el huevo pasado por agua, la tortilla a la francesa con pan con tomate o los huevos revueltos, que se pueden acompañar por su extensa lista de zumos -desde el de naranja natural a otros más elaborados como el de manzana, apio, kale y lima; o el de remolacha, manzana y zanahoria, por poner algunos ejemplos-. Tampoco faltan la bollería de toda la vida, las tartas del día, ni las tostadas de pan inglés con mantequilla y mermelada, opciones perfectas para acompañar un buen café con leche o uno de sus tés premium ingleses. La gran variedad de emparedados gourmet va desde el de ventresca con berenjena, tomate, huevo, hoja de roble y mayonesa; hasta el de salmón con remolacha, queso fresco, rúcula y mayonesa de yusu; pasando por opciones calientes como el de jamón dulce y brie o el de bacon con queso manchego, calabacín y setas.

Tras un copioso desayuno, perfecto para afrontar el día, Café San Telmo empieza a servir las tapas non stop con un claro componente gourmet. Así pues, es posible degustar una ostra nº3 con una copa de cava, la bomba de oliva negra, feta y salmón; las chips de patata gruesa con salsa Espinaler; las anchoas; la sardina ahumada o los tacos de salmón con queso fresco, olivada y miel trufada. Obviamente, todo ello sin olvidar clásicos de nuestra gastronomía como el jamón ibérico de bellota, la rusa de la casa o Nuestra Croqueta!, que se presenta como propia y acompañada de exclamación tras haber despertado auténticas pasiones entre los barceloneses durante años.

Además del refinado surtido de tapas, también se pueden encontrar platos verdes y saludables como el taboulé de quinoa con judía perona, cebolleta, hinojo, tofu salteado y dátiles; o la de lenteja beluga con alcaparras, pimiento verde y rojo, cebolla confitada, tomate, berenjena asada, queso feta y vinagreta de mostaza. El surtido de hamburguesas de carne ecológica -y entre las que puedes encontrar virguerías como la Palermo con berenjena asada con hierbas provenzales, mozzarella y pesto con patatas fritas o la Saint Germain con foie y mayonesa trufada con pan inglés acompañada de patatas fritas caseras; y sus emparedados clásicos -ojo al de roast beef o el mítico club sandwich en su mejor versión- suponen una vuelta de tuerca a la comida de cafetería de toda la vida, que aquí es sana y está hecha con ingredientes de calidad. La carta la completan un gustoso surtido de huevos de granja, sus pastas y arroces, entre los que encontramos uno de los platos estrella, el arroz a la cubana; así como una acertada selección de carnes y pescados, donde descubrimos desde una espectacular pallarda de pollo con rúcula, tomates cherry y láminas de parmesano; hasta el clásico steak tartar; pasando por un saludable salmón a la plancha, que viene con patata ratte, endivia a la plancha y vinagreta de limón y olivada; o el novísimo roast beef con ternera nacional y su salsa.

Además del refinado surtido de tapas, también se pueden encontrar platos verdes y saludables como el taboulé de quinoa con judía perona, cebolleta, hinojo, tofu salteado y dátiles

El dulce final a una comida o cena en el Café San Telmo lo pone sus postres caseros. Desde el mítico lemon pie de la casa, pasando por el clasiquísimo flan casero con nata montada o la Copa Dalky, sello inconfundible de los restaurantes del Grupo.

Las enormes vidrieras de Café San Telmo otorgan a esta cafetería-restaurante un punto elegante en un lugar luminoso, acogedor, que es a la vez un auténtico escaparate de la Barcelona más apasionada, que sitúa el cliente como espectador que observa desde un auténtico remanso de paz. Su carácter joven y cosmopolita crea un ambiente único que gira alrededor de una barra central, acompañada de unas pocas mesas y una decoración con un punto muy neoyorquino. Un lugar que, por su carácter insomne, se convierte en una rara avis de Barcelona, una ciudad en la que existen pocos espacios tan polivalentes y camaleónicos. Un local en el que estar bien a cualquier hora del día y en el que también es posible seguir la liga, otro de los momentos álgidos de la atareada vida de San Telmo. Todo acompañado por un buen gintónic, que se ha convertido en uno de los estandartes del espacio desde que abriera en 2006. De hecho, el espacio puede jactarse de ser la primera gintoniquería de Barcelona. A día de hoy, sus estanterías reúnen más de 100 referencias, que acompañan con iniciativas como el ‘Gin Descubrimiento’, que sitúa el lugar como un auténtico curator de la materia para conocer nuevas propuestas dentro del mundo de la ginebra.