Madrid sigue las tendencias europeas. Cada vez es más común ver locales clásicos reconvertidos en espacios con un público vanguardista, como es el caso del mítico Hermanos Díez, hoy por hoy uno de los lugares de encuentro más modernos de la capital. La cafetería lleva abierta desde 1962 y todos estos años se ha mantenido prácticamente intacta, sin perder su esencia. Eso sí, se pueden captar añadidos de sus nuevos dueños, como por ejemplo sus muebles de aire retro y diseño nórdico. Una de las características del bar es su clientela ecléctica, que consigue unir en un mismo espacio gente joven, estudiantes, modernos, familias y señoras de toda la vida.

El local abre todo el día. Podrás comer y cenar, pero, sobre todo, es conocido por sus desayunos y meriendas gracias a su bollería a la plancha caramelizada y rellena, las tortitas con yogur, los batidos y los churros y las porras, dos imperdibles madrileños. Para comer y cenar tienes una sorprendente receta a base coca-cola: el cerdococa; aunque también puedes probar sus famosas hamburguesas de carne de buey con pan de cerveza negra, acompañadas de patatas fritas o yuca frita para dar un toque exótico.

Si prefieres picar algo, también cuentan con una carta de tostadas y tapas tan originales como los mejillones al bloody mary. Para acabar con buen sabor de boca, no te vayas sin probar una auténtica panna cotta italiana o el clásico cheescake.

El horario de la cafetería es amplio y sabe que su nueva clientela joven busca algo más que comida. Es para ellos que sirve gintónics cuando se pone el sol, seguramente los mejores de la zona. Para acompañar el ambiente no puede faltar una tele de gigante de plasma para ver el fútbol y fotos en blanco y negro colgadas en la pared con antiguos clientes de HD.