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Bru Romero

Como el verano nos invita a las terrazas, tanto o más como un buen cocido en otoño, no podemos resistirnos a dejarnos caer por la que han preparado en Calisto. Uno de esos espacios que, cuando las temperaturas cálidas aprietan, se cuajan de esa gente guapa con ganas de salir a pasear y dejarse ver, mientras beben y comen como el mejor de los caprichos.

Y es que comer o cenar en Calisto es como un antojo que te quitas, después de mucho tiempo, y sale bien. Un restaurante situado junto a la glorieta de Rubén Darío, en uno de sus edificios palaciegos de la calle Eduardo Dato, y en el que las expectativas no decaen una vez que nos vamos introduciendo en materia.

El chef madrileño Carlos Griffo ha sabido aunar, en medio año, los paladares más jóvenes y los más senior gracias a un Calisto de temporada

Un tanto que se apunta el chef Carlos Griffo (¿te suena Quinqué?) que, en medio año desde su inauguración, ha conseguido hacerse con una comunidad de fieles que celebran cada uno de sus platos, y gana nuevas incorporaciones entre los curiosos que se aventuran a la sencilla, pero potente, propuesta con la que el madrileño ha llegado para quedarse.

Una cocina moderna de temporada que sabe cómo no perder de vista el propio virtuosismo del recetario tradicional, a través de platos que hablan por sí solos y que, en muchas salidas, nos saben a ese «mar y tierra» tan especial, magistral especialidad de Griffo.

Un Calisto que nos pone muy difícil aquello de elegir de entre tantos platos pintones, como su ensaladilla de carabinero, sus torreznos de cochifrito, la cecina de ciervo, el pâté en croûte de conejo de monte y pato, la empanadilla de solomillo de rubia gallega con pimientos verde y rojo y cebolla, la lasaña de rabo de toro, su lenguado a la mantequilla negra, la ventresca a la brasa, su solomillo Wellington, que te roba el alma y hasta el corazón, y su arroz de pichón con trompeta de los muertos y salsa de mistela con naranja sanguina, que se sirve al mediodía y por el que ha sido premiado.

¿Un postrecito? Lánzate a por su torrija que, aunque no estemos en Semana Santa, está para ir en procesión solo para probarla. Preguntad por Joseba, os tratará como merecéis.

Detalles




  • Dirección: P.º de Eduardo Dato, 8
  • Horario: D-L: 13,30h a 16,00h y M-S: 13,30h a 16,00h y 20,30h a 23,00h
  • Teléfono: 917 37 36 40
  • Tipo: Restaurante