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Bru Romero

Pocos lugares hay en Madrid que sean más conocidos que Casa Mingo. Abierta al público por Domingo García González como taberna, allá por el siglo XIX, y ocupando un antiguo almacén de material del Campo del Moro, esta casa de comidas no solo ha demostrado que lo bueno (si es bueno) perdura en el tiempo, sino que pocas nuevas normalidades conseguirán apagar este mito culinario. F: Cortesía de Casa Mingo

Saberse la decana de las sidrerías de todo Madrid es un puntazo. Que Casa Mingo lleve sirviendo al comensal desde 1888 es sinónimo de buen… ¡todo!

Si en su momento fue el punto de encuentro de aquellos asturianos que trabajaban en la vieja Estación del Norte (Príncipe Pío), hoy es el punto de encuentro de todos aquellos que quieren comer como en casa, comer bien, comer sin prisas y comer en un lugar donde la calidad-precio es absolutamente impecable. Una taberna familiar de dos pisos, famosa por su pollo asado con sidra, donde el ambiente costumbrista era (y sigue siendo) equiparable al de las novelas de Galdós.

Un espacio donde parece que el tiempo se paró hace mucho tiempo porque quería disfrutar del mismo pasar de las horas para convertirse en un enclave tan mágico como clásico, y que la cultura popular ha añadido como uno más del grupo.

Un sitio al que ir si quieres dar por bien merecido el paseo, sobre todo si te pides su tortilla española, los callos a la madrileña, el asadillo y la ventresca, la empanada, su chorizo a la sidra, el jamón de cebo, el lacón, las croquetas, el queso cabrales, la ensaladilla rusa o la fabada, más sidra con la que regarlo todo y más pollo asado que si sobra, te lo puedes llevar. ¿Necesitas algo más? Sí, una siesta. ¡Qué felicidad!

Detalles




  • Dirección: Paseo de la Florida, 34
  • Horario: L-D: de 13:00h a 16:00h y de 20:00h a 00:00h
  • Teléfono: 915 47 79 18
  • Tipo: Restaurante
  • Web: https://www.casamingo.es/