Las grandes cadenas de restaurantes de comida rápida o los grandes grupos gastronómicos con locales repartidos por los principales puntos culinarios del país están muy bien a la hora de tener que decidirnos por una u otra reserva, pero si hay un tipo de negocio que nos encanta por encima de todos los demás, ese es el negocio familiar. Restaurantes donde hacen todo lo que esté en su mano para que disfrutes de principio a fin y que, en estos tiempos convulsos, están poniendo toda la carne en el asador para que una vez sentado a la mesa, no encuentres ninguna diferencia ni te falte el más mínimo detalle. Casa Tía María es un buenísimo ejemplo de ello. F: Cortesía de Casa Tía María

Casa Tía María es la mejor parada que puedes hacer ahora que comienzan las compras navideñas y necesitas un descanso entre regalo y regalo

Localizado en la céntrica calle Goya y ofreciendo una cocina de toda la vida, Casa Tía María es la mejor parada que puedes hacer ahora que comienzan las compras navideñas y necesitas un descanso entre regalo y regalo. Un lugar donde la materia prima es de primerísima calidad, y donde la tradición se paladea desde el primer instante.

Ya sea en su barra, comedor o terraza (en esos días de invierno soleados que tanto te gustan), podrás degustar un rico aperitivo mientras abres el apetito y te dejas llevar por una carta de lo más variada que te hará entregarte a su causa. Un Casa Tía María que, sabiendo cómo están las cosas, también cuenta con servicio de delivery para que no te falte de nada durante esos días que no te apetece salir a la calle.

Y, ¿qué hay que pedir cuando visitemos Casa Tía María? Pues su ensalada de queso de cabra y pipas, la tortilla española al aceite de trufa, sus alcachofas confitadas, los croquetones de jamón o las croquetas de boletus o esas berenjenas fritas con miel que están crujientes y nada aceitosas. Tampoco te puedes ir sin hincarle el diente al rico cochinillo con crema fina parmentier, al secreto ibérico con reducción de Oporto o a los 300gr. de entrecot de buey a la parrilla que te volverán locx. ¿Eres de pescado? No olvides el confit de bacalao con salsa de pomodoro ni su lubina con jamón al horno. De postre, deberías terminar con un brownie de chocolate. Totalmente obligado.