No sabíamos que lo necesitábamos hasta que lo hemos probado, y es que en un Madrid lleno de restaurantes para cualquier paladar y condición, uno como Ceferino vuela la cabeza. Y no, no estamon exagerando. F: Todas las imágenes cortesía de Ceferino.

La liturgia del mítico asado argentino se vive en Ceferino. Su parrilla, tu perdición.

Con tanta propuesta gastronómica como hay en Madrid es complicado que un restaurante te pueda, a estas alturas, sorprender, pero nos equivocamos de pleno. Solo hace falta pasarse por Ceferino, un local (tras el que se esconde la magia del estudio Jorge Campos) situado en el número 27 de la calle Jorge Juan al que el boca a boca le va permitir hacer su agosto este verano, si no… al tiempo.

Y es que si eres de lxs que se crispan cuando la calidad de la carne no está al nivel que se espera o el punto de la misma no te provoca nada al mezclarlo con tus delicadas papilas gustativas, en Ceferino no tendrás este problema. El maestro parrillero José Antonio Figueroa, sabiendo lo que te gusta, se adelanta a cualquier hipotética plegaria para festejar que lo suyo es el dominio del asado en cruz argentino, y que de lo modesto a lo más exclusivo se sabe mover como nadie.

Así, en este Ceferino que invita a los planes más hedonistas, sobre las brasas van pasando sus mollejas de corazón de ternera Angus, los jugosos langostinos de Puerto Madryn o la morcilla argentina y chorizo criollo, para darnos un respiro al ritmo que marca su empanada de carne cortada a cuchillo con salsa llajua o el carpaccio de picaña madurada más de 30 días, a la que pondríamos un piso en la Castellana. Los fuegos bendicen un asado de tira de ternera del centro con patatas soufflé o un ojo de bife Aberdeen Angus, que no deberías saltarte, y el postre… ¡deja que te recomienden! Aunque no me importaría pedirme otra de mollejas. Fantasía carnívora.

Pss, abajo tienen Malevo, un speakeasy donde podrás seguir la fiesta hasta que la cartera aguante.