En pleno corazón de Triball, y al lado del teatro Lara, encontramos el bar-restaurante Clarita, un espacio bohemian-chic en la ciudad. El local se divide en dos áreas. La primera es la barra de la entrada, ideal para tomar algo o picar unas croquetas de setas, el queso gorgonzola o unas empanadillas de solomillo. Más adelante tienes el comedor para comer y cenar como es debido. La decoración del Clarita mezcla muebles antiguos con toques modernos que lo convierten en uno de los locales más elegantes y cool de la ciudad.

La carta no es muy larga pero sí sabrosa. Para empezar se recomienda una tabla de quesos con frutas de temporada, hierbas frescas, chutney de pimientos rojos y pan de centeno con una presentación de película; o el trío de humus de guisantes con hierba buena de garbanzos con comino y jengibre y de judías rojas con miel de canela, acompañado de triángulos de pan de pita. Para continuar si prefieres algo frío puedes optar por el tartar de salmón, aguacate y berros o un riquísimo steak tartar con puré de calabaza. Si te gusta más un plato caliente se recomienda el soufflé de bacalao con crema de patatas o la hamburguesa. De igual manera pregunta por los platos del día, siempre aconsejables. Para endulzar la velada no te puedes perder el brownie con helado de frambuesa, las natillas de arándanos o la ensalada de fruta. No dejes que se vaya el camarero sin antes echar un vistazo a su carta de vinos con quince magníficas referencias, un cava y un champagne para brindar como es debido en las grandes ocasiones.

Los domingos también están abiertos y, si te levantas tarde y con pocas ganas de cocinar, cuentan con un brunch muy completo. También es interesante la selección de prensa y revistas nacionales e internacionales para alargar el día acompañado de un buen hilo musical.

El lugar cuenta además con delicatessen para llevar, como por ejemplo mermelada de café, manzana o limón, crema de castañas, pimientos confitados, gelatinas de sabores y colores, moscatel o miel.

¡Sin duda el nuevo must de Malasaña!