Cloudstreet Bakery es uno de aquellos sitios por los que has pasado por delante mil veces sin percatarte. Aunque solo hace falta atar cabos: han participado en ediciones de Eat Street, Van Van y Palo Alto repetidas veces, y templos del café de especialidad como el Orval –la hermana pequeña del Joliu– no serían lo mismo sin sus croissants ni su pan fresco. Pero cuando un día, animada por terceros o en una simple incursión casual, te aventuras entre sus puertas, no hay vuelta atrás: no podrás vivir ni un día más sin sus galletas, sus english muffins ni sus pain au chocolat… Y ay, quién tuviera en casa cada mañana ese banana bread recién salido del horno, que te hará todavía más dulce el despertar… F: Todas las imágenes cortesía de Cloudstreet Bakery

Sus impresionantes galletas de chispas de chocolate con sal maldon y sus english muffin de pasas son los hits absolutos de la casa

Adentrarte en Cloudstreet Bakery es como caer por ese agujero por el que se precipitó un día Alicia, y descubrir todo un país de las maravillas digno de los más entusiastas amantes de la repostería que querrás frecuentar muy, pero que muy a menudo. Francamente, te recomiendo fervientemente que lo hagas y, muy probablemente, nos encontremos allí. 

Equipado con un horno de leña restaurado del año 1926, el obrador de Cloudstreet Bakery está a la vista del público y, dentro de él, apasionados de la masa madre realizan todo tipo de elaboraciones, desde los infalibles croissants y pain au chocolat a la clásica coca de forner, pasando por el carrot cake, un banana bread (con y sin chocolate) para morirse, scones, rollitos de cardamomo, de canela y hasta de sobrasada y, por descontado, una variedad de panes extraordinaria cuyo secreto reside en dicho horno; por el que entra la llama a través de un conducto que provoca que ésta esté en contacto directo con el pan, aportándole un sabor ahumado único.

Pero la cosa no acaba ahí. En Cloudstreet Bakery disponen de dos líneas de pan, el integral y el blanco, y para ambas elaboraciones se sirven de harinas ecológicas molidas a la piedra a baja velocidad de granos como la espelta, el trigo khorasan o el centeno. Este hecho les permite conservar las vitaminas y los carotenos de los ingredientes, que son los responsables del sabor. Para los panes integrales siguen una antigua fórmula alemana. Alimentan su masa madre con centeno integral y este procedimiento, entre otras ventajas, les permite que su pan se conserve mejor. Pura labor de artesanía. 

Sus hits son, sin lugar a dudas, sus impresionantes galletas de chispas de chocolate con sal maldon (1,50€ la unidad) y sus english muffin de pasas (1,80€), una combinación perfecta de dulce y salado que deberías acompañar como bien manda la tradición británica: con una buena mantequilla y un poco de mermelada (aunque, la verdad, son tan buenos que no hace falta añadirles nada). Además, cuenta la leyenda que por Navidad hacen un panettone de aquellos que dejan sin aliento… Tonto el último.