Volviendo a la rutina, con la intención de olvidar cualquier exceso y abrazar lo sano como precepto absoluto, echamos un ojo al escaparate de Compasión, la primera carnicería vegana de España y el verdadero punto de encuentro de los más molones en pleno barrio de Malasaña, en Madrid. Con aún ese olorcillo a espeto en nuestro equipaje nos ponemos manos a la obra y comenzamos esa rutina detox que todo cuerpo necesita; por eso no dudamos en poner rumbo a esa carnicería de la que nos habían hablado la mar de bien para hacer acopio de proteínas, pero siendo conscientes y sin perder de vista esa báscula que no nos va a perdonar ninguna locura más. F: Cortesía de Compasión

En Compasión se unen dos conceptos: la pasión que les mueve a ofrecer el mejor producto vegano al cliente y la solidaridad que sienten para con el planeta en el que vivimos

Compasión es un pequeño negocio con grandes expectativas y objetivos en el que poder encontrar productos de su marca propia (elaborados en su obrador de Tetuán), así como de otras marcas. Un proyecto familiar basado en la proteína positiva (la 100% vegetal, la 100% artesanal) y donde no faltan ni carnes rojas, blancas, platos listos para llevar, embutidos –que tantas buenas horas nos acompañan– y alguna que otra opción sin gluten.

Un lugar concienciado (y que conciencia) donde las legumbres, los cereales, las verduras y ese buen aceite de oliva virgen se han convertido en aliados de un equipo que pretendió, hace un año, ser pionero en este tipo de opción alimentaria; y al que no le ha ido nada mal. Una carnicería que desmonta cualquier idea de que la carta vegana suele ser aburrida y escueta con un arsenal de productos entre los que encontramos seitán, bifé, milanesas, brochetas, nuggets, costillas, chuletones o esas albóndigas con tomate o estofado de carne, en su sección de elaborados, que de tantas situaciones nos salvan y donde poder iniciarte en el maravilloso mundo del veganismo empezando por un buen par de morcillas. ¿Te hace? Seguro que volverás.