No hay local dedicado a la gastronomía que más ame la propia idiosincrasia de la misma que una taberna. Establecimientos que desde el origen propio de la palabra se han encargado de alimentar a un público amante de lo auténtico, de las materias primas puras, de los tiempos de cocción y texturas de toda la vida y de una esencia que más allá de sus cocinas es bastante complicado de repetir. Condumios, en eso, se apunta todos los tantos.

Situado a un tiro de piedra del Retiro y dispuesto como un coqueto enclave para amantes de esos “manjares que se comen con pan”, Condumios es una taberna donde la sencillez se convierte en la más aplastante especialidad. Un local a la vieja usanza pero moderna ejecución que regentado por los hermanos López Robledo se convierte en merecido estandarte de ese movimiento de recuperación de las tradiciones culinarias genuinas.

Un local en el que tan importante es la cocina como la propia sola, cuidando hasta el más mínimo detalle de esta moderna casa de comidas dispuesta para enseñarnos a comer en condiciones. Y es que en Condumios no encontramos los básicos de siempre (que también), descubrimos un abanico de platos que degustamos en la variedad y paladeamos en la familiaridad con el producto de mercado, producto de toda la vida y siempre regado con buenas caldos con D.O.

Vinos y platos responden sinceros a lo que el cliente buscaba y ya era hora de que encontrara

Una cocina de impecable elaboración que expone su claro cariño por la tradición a golpe de chacinas como su chistorra de Navarra o morcilla picante de León; revuelto de bacalao; mejillones de la ría en escabeche casero; croquetas de jamón y gambas al ajillo; empanada de zamburiñas; soldados de Pavía; pimientos de piquillo rellenos de merluza; alcachofas con panceta adobada; habitas con chipirones; sargo con piparras; chuleta de porco celta o el guiso del día a la elección del chef.

Una taberna donde la esencia es pura hostelería del plato a la mesa  que no necesita de ningún aderezo que la convierte en sofisticada y cara porque lo suyo es ser fiel a un estilo culinario por todos conocido, por todos querido y gratamente saboreado. ¡No os vayáis sin pedirla tarta de queso de cabra y salsa de naranja!