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Ariana Díaz Celma

Si hace unos meses hablábamos de la esperada reapertura del Wittmore, hoy le toca el turno a su restaurante, un apetitoso refugio en el Gótico, territorio hostil en cuanto a propuestas gastronómicas de cierto nivel se refiere. Dispuesto a cubrir –con creces– una carencia básica en el barrio, el hotel abre Contraban, un oasis que bien merece su momento de peregrinación foodie entre los barceloneses. La peculiaridad de su carta, además de la técnica con la que se prepara cada receta, reside en el hecho de que sus platos apelan a las emociones que alguien puede experimentar en distintas situaciones, en este caso atribuidas a las sensaciones del chef Alain Guiard durante el proceso creativo. F: Todas las imágenes cortesía de Wittmore Hotel

La peculiaridad de su carta reside en el hecho de que sus platos apelan a las emociones

Así pues, la impaciencia se plasma con recetas como sus Fiambres artesanos con panceta de cerdo chicharrón, pies de cerdo con pistachos y pickles; la libertad con bocados que puedan tomarse a cualquier hora como la Pizza/brioche Michelangelo con tomate picante, ricota, hinojo y pepperoni o el Sándwich/almohada de rabo de buey con queso crema de olivada; mientras que quedarse en blanco se traduce en recetas como la Berenjena escalivada con miel de pino y piñones o los Puerros asados con “recuit” y vinagreta de ceniza.

© Contraban

Este batiburrillo de emociones, solo apto para paladares sensibles, sigue con la excitación creativa, sensación que se traduce en una carta de carpaccios a modo de lienzo como el de cigala, crema agria con caviar, lima y cebollino. Pero no todo iba a ser un camino de rosas en este proceso creativo, sentimientos como la frustración también se ven reflejados en recetas como la sabrosa ‘Cocotte lutée’ de lubina, orecchiette y caldo de gamba. La agradable sensación de sorpresa viene representada por el Turnedó de atún a la pimienta verde con parmentier de cebolla y acelgas de colores –un hit de la carta–; mientras que la nostalgia se plasma en recetas que evocan la infancia como el Canelón de rustido con trompetas de la muerte, soubise de ceps o los Macarrones del cardenal con secreto ibérico.

© Contraban

Siguiendo esta ruta de sensaciones, los postres responden también a diferentes momentos creativos enlazados a emociones varias. Mientras el Recuerdo del polo Drácula representa la inspiración, otros como libertad se plasman en una de las mejores recetas de su carta dulce: la impresionante tarta/brioche de chocolate, avellanas tostadas y bayas de Goji.

Una carta tan conmovedora solo puede ir dirigida a un público con una sensibilidad artística elevada, que además guste de la potencia y carácter de los vinos naturales, con los que Contraban propone acompañar su comida o cena. Este cóctel de impresiones se degusta en su terraza privada, situada en el elegante patio interior del Wittmore o en su comedor, ambos decorados con la sobriedad británica de su interiorismo predecesor, aunque mezclados con elementos algo más cálidos y confortables butacas.

© Contraban

Este banquete de sabores y sensaciones se puede degustar en el oasis más bien guardado del Gótico a partir de 50€.

Detalles




  • Dirección: C/ Riudarenes, 7
  • Horario: L-D: de 07:30h a 11:00h, de 13:00h a 15:30h y de 19:00h a 22:30h
  • Teléfono: (+34) 93 550 08 85
  • Tipo: Restaurante
  • Web: https://www.instagram.com/contrabanbcn/