Hace ya días que teníamos ganas de dedicarle hotspot a Corazón, una de las mejores coctelerías de la capital a día de hoy, situada en el finísimo borde que divide Chueca y Malasaña, dos de nuestros barrios favoritos. Corazón se ubica en el espacio que hace unos años ocupaba una taberna irlandesa, por lo que el local es el crossover perfecto de un escenario entre los bares de pintas de toda la vida y un salón de aire kitsch, gracias a pequeños detalles, como los animales disecados herencia de The Quiet Man -así se llamaba antes- y plantas verdes súper hipsters, que contrastan con sus aristocráticos sillones rojos y las barras de madera noble.

El invento viene avalado por nombres de peso en la noche y la restauración de la capital. Sergio Ochoa, responsable también del Zombie Bar y Jacuzzi, y Julián Lara, más conocido por ser el alma máter de El Cocinillas, son los artífices de un invento que funciona a base de bien. Además, entre sus cocteleros encontramos a Pau Requesens, formado por Javier de las Muelas y en el Ramsés, y Charlie Marrero. Un dream team de lujo, vamos.

En el Corazón no sólo encontramos cócteles clásicos y otros de corte más moderno, que van de los 7,5 a los 9,5 euros -además de vinos, cervezas, refrescos y hasta cafés y tés para los que se dejen caer a primera hora del día-, sino también platos populares para acompañar la velada. Puedes pedir desde una deliciosa tortilla de patatas con cebolla caramelizada o las clásicas croquetas, hasta una ensaladilla rusa de bonito escabechado o el flamenquín de ternera con queso curado y jamón serrano. Cenar aquí, cócteles aparte, te costará alrededor de 20-25 euros.

La guinda la ponen los Dj’s que pinchan hasta el cierre los fines de semana, todos ellos con nombres reconocidos en la reputada escena madrileña. Para que te hagas a la idea, gente como Alaska, Gorka Postigo o Natalia Ferviú han pasado por el lugar.