Pocos lo saben, pero de un tiempo a esta parte una sección del comedor del Ocaña lleva el apellido DF y la verdad es que el apéndice le siente muy bien. El responsable de tal cambio es Martin Schanninger, nuevo chef a los mandos del impresionante local de Plaza Real que viene de lugares tan fiables como el restaurante del hotel Mani de Berlin. El crossover de la combinación entre el Ocaña y las recetas de Schanninger resulta en una carta de inspiración mexicana, que tampoco se avergüenza de utilizar productos mediterráneos.

Martin Schanninger es el encargado de la cocina del Ocaña DF, local de inspiración mexicana que no se avergüenza de utilizar productos mediterráneos

En nuestra primera (aunque seguro que no última) visita a la versión más mexicana del Ocaña, nos decidimos por un excelente ceviche de dorada con chicharrón de calamar y un tiradito de gambas, tomate, albahaca y mango; ambos platos que todo curioso debería probar. En Ocaña DF, a diferencia de un mexicano al uso, puedes combinar estas recetas con ostras, eso sí, acompañadas de pico de gallo, eneldo y mango; o la causa -plato típico limeño- a base de patata amarilla, rellena de alcachofa, huevo de codorniz y mayonesa de alcaparras. En la carta no faltan sabores típicamente mexicanos como la quesadilla con setas, rajas de chile y guacamole; o tacos con un toque propio de Schanninger: desde el de setas, puerro y menta; al de pollo pibil con cebolla encurtida; o de lechuga con bacalao, nueces y rábanos. El mestizaje propio entre ambos lados del Atlántico también está presente en platos principales como el pollo al mole verde con patatas bravas o la calabacita a la mexicana con queso manchego -un auténtico delirio para los menos carnívoros-. Postres como la nube de vainilla con almendra y flor de Jamaica o el flan de chocolate con café, coco y banana son puro trámite para pasar a otro de los platos fuertes de la carta: su selección de mezcal y tequila.

La carta de tequilas pasa por referencias blancas, reposadas y añejas que harán las delicias de los fans de esta bebida. Los paladares más entrenados seguro que se atreven con el mezcal, el nuevo hit dentro de la coctelería, recién importado de México. Todo lo que encontramos en la carta se puede degustar solo o en uno de los cócteles que el mismo Martin ha ideado para el Ocaña DF. El Mariachi Loco, por ejemplo, está hecho a base de tequila reposado, lima, maracuyá, jarabe de vainilla, Campari y soda. El Inka Sour, por su lado, es un cóctel a base de mezcal con jarabe de gengibre, cardamomo, limón, clara de huevo y Amargo Chuncho Bitters. La carta de combinados es tan amplia que seguro que querrás repetir experiencia pronto.

Puedes cenar en Ocaña DF a partir de 25/30 euros, precio que subirá dependiendo de la cantidad de cócteles que decidas añadir al menú.