image description
*Close

Dspeakeasy, el nuevo reto de Diego Guerrero

Dspeakeasy, el nuevo reto de Diego Guerrero

Los rumores en gastronomía son todo fantasía. Por ello, cuando nos enteramos de que Diego Guerrero daba el último hervor a su nuevo local (tras su biestrellado Dstage), nuestra alegría fue tal que nuestros jugos gástricos empezaron a trabajar y a hacer de las suyas. ¡Bienvenidos a Dspeakeasy!

Localizado en el mismo local que en su momento ocuparon Sexto o Speakeasy, Dspeakeasy se aleja, lo suficiente, de su hermano mayor Dstage, pero aprendiendo de sus éxitos y errores. Así, este local de apariencia minimalista y cocina vista apuesta por una propuesta mucho más desenfadada y popular pero sin perder de vista a ese producto de mercado, carta con fecha de caducidad y un cubierto medio que equilibra precio y calidad.

El chef Diego Guerrero vuelve a poner toda la carne el asador con este Dspekeasy donde los platos más modernos pero tradicionales son los verdaderos protagonistas y el compartir, su mejor especialidad

Una propuesta culinaria que poder disfrutar desde la barra a la mesa y vuelta a empezar, y que a golpe de un recetario de lo más creativo pero tradicional se gana a un comensal dispuesto a lo que sea. Una carta de no más de 30 platos que no se pierden en fruslerías y que se apuesta sus fichas a una clara variedad de entrantes frente a unos principales de lo más resultones. Una casa de comidas franca y auténtica como pocas existen hoy y que Diego Guerrero trata con mucho mimo.

Platos que aventuran al cliente a una experiencia de alta cocina pero a precios más ajustados y asequibles y que al ritmo que marcan su crema de aguacate con panecillos de calabaza, el cherry curado con licuado de cebollino y frambuesa helada, el apionabo con setas y huevo, los ñoquis de calabaza, las kokotxas de merluza con piparras, el picantón asado con salsa de maltas y ensalada, la purrusalda con ajo asado, pisto a la vizcaína con bacalao y puntilla, la papada con carabinero y kimchi, el lenguado con una mernier de alga Combu, la codorniz en rubata y salsa de maíz y una rubia madura trinchada con patatas viejas y pimientos asados, sobrevuela por aquella infancia que de manera instantánea vuelve a nuestros recuerdos.

Dos plantas de aires cosmopolitas y el buen hacer de Guerrero, que todo lo inunda, que se encarga de volver a situar en el mapa el picoteo más sofisticado, los brindis sin que haya nada que celebrar y la sencillez como especialidad de un restaurante al que auguramos un largo recorrido.