“Soon the horse will take us to Durango”, cantaba Bob Dylan en la canción que inspiró el nombre de uno de los locales que más pasiones ha levantado recientemente en Barcelona. Hablamos de Durango Diner, un diner americano poco convencional abierto desde las 10:00h y hasta las 3:00h de la mañana que abrió sus puertas en el número 18 de la calle Aribau el pasado mes de noviembre de la mano de Majid y Mani, dos de los hermanos responsables del exitoso Baby Jalebi. Desayunos, brunch, comidas, cenas y cócteles (nocturnos y diurnos) a base de una cuidada selección de tequilas, mezcales y bourbons conviven en este local único en la capital catalana, que sirve late night bites y café de filtro de Hidden Coffee Roasters a todas horas. F: Todas las imágenes cortesía de Raquel Bueno

Una bola de discoteca sobre un caballito de feria y una sala privada forrada íntegramente de nubes de color rosa rematan la estética del local, tan extravagante como su comida

Un cuadro de Lil Nas X convertido en cowboy moderno de la mano del ilustrador David Octane preside la entrada del lugar, que te ganará primero por la vista y luego por el paladar. Ideado por Majid y João Alves de Momento Agency, cuenta también con litografías de caballos del artista angelino Mark Maggiori y versos y fragmentos de personalidades tan célebres como Nick Cave, Emil Cioran o Paul Cauthen escondidos sutilmente entre sus paredes. Una bola de discoteca sobre un caballito de feria y una sala privada forrada íntegramente de nubes de color rosa con una gran mesa de espejo en el centro rematan la estética del local, tan extravagante como su comida.

Ni se te ocurra irte del lugar sin probar el que es ya el hit indiscutible de la casa: su Burger & Lobster con smash burger y bogavante al champagne

La carta de Durango Diner es un viaje que nos lleva desde el Cocodrilo Hot Dog (6,50€) –con salsicha casera de cocodrilo, como su nombre indica– hasta el Bocadillo de Ostras Fritas (12€), que propone desbancar al clásico bocadillo de calamares madrileño a golpe de jugosas ostras fritas con láminas de col y salsa verde de aguacate y nopal. Mi recomendación es que empieces a abrir boca con una buena copa de su delicada selección de vino natural y sus impecables Tomates verdes fritos (5€), y que no se te ocurra irte del lugar sin probar el que es ya el hit indiscutible de la casa: su Burger & Lobster (25€) con smash burger y bogavante al champagne, su mantequilla ahumada de especias, patatas al estilo americano, ensalada de col y la salsa especial de la casa. Una bomba.

Admito sin una pizca de vergüenza que su American Pie (5,50€) de manzana con nata líquida me hizo saltar un par de lágrimas, y la cosa no hace más que mejorar si acabas este ágape sublime con uno de los excentricos cócteles de la casa –tómese el No Honey No Money, con hormigas deshidratas, como ejemplo–, que se sirven en vasos hechos a mano de lo más espectaculares y se ocuparán de rematar una experiencia que nos trasladará directamente al oeste americano y a esos aires cálidos que nuestro cuerpo, ahora más que nunca, pide a gritos.