Lo importante de un buen foodie, gourmand o amante del buen comer es que no cese en su búsqueda de ese restaurante molón, bonito, rico y con buen servicio (no en ese orden, claro está) del que no le apetezca salir o al que poder acudir de manera constante. En Madrid es complicado declararse fan absoluto (o fan fatal) de uno pero siempre hay restaurantes como Efímero que nos hacen tragarnos nuestras palabras y saborear una cocina directa al paladar y que, en muchos platos, es difícil de superar.

Joaquín Serrano sorprende con un restaurante que nos da a pensar que el tiempo también pasa y que nos quita la tontería a la hora de encapricharnos de materias primas fuera de temporada

Localizado en la planta alta del restaurante Pointer (del que te hemos hablado ya), nos topamos con la sede gastronómica de un equipo joven liderado por Joaquín Serrano que vira su timón entre lo tradicional y lo más moderno pero con ese toque tan francés, tan sofisticado, tan académico que resulta perfecta para completar la experiencia sobre la mesa. Y es ahí cuando lo efímero hace su entrada en escena.

En este local nada dura para siempre y es que su carta actualizada casi al momento y según el producto y/o materia prima existente durante la jornada hace que el dinamismo y la versatilidad cobren fuerza en cocinas porque, importante, no tienen congelador. Vamos que lo que se compra se consume y gasta en el día. Por lo tanto, ¿qué especialidades tienen? Pues preguntémosle al mercado porque aunque lo queramos todo, hay cosas que tienen su temporalidad.

De ahí que quizá un día puedas probar cardos de la Ribera, sobrasadas de Xesc Reina, grelos gallegos, chipirones y guisos de toda la vida para chuparse los dedos, gamo o perdiz y otro degustes alcachofas de Tudela, castañas de Madrid, faisán con fabes, trufas negras de sabor inconfundible o unos erizos que nos roban la razón y si no, sus berberechos. Si eres de quesos y de café de postre (o sobremesa) no dudes de que los de Efímero (de Rubén Valbuena y Supracafé) serán tu absoluta perdición… efímera, pero absoluta perdición.