No hay nada más simple, y que más nos pueda gustar, que un filete con patatas. Nos lo daban de niños y lo disfrutábamos como el mejor de los manjares. Sabores de siempre, sabores de casa, sabores de producto que hoy podemos volver a recuperar gracias al chef Nino Redruello y su apuesta delivery en tiempos de la COVID-19 que salta de Madrid a Barcelona para hacer, también, nuestras delicias. ¡Qué bueno encontrarte Escalope Armando! F: Cortesía de Escalope Armando

Muchos seréis los que, al oír hablar de Nino Redruello, lo relacionéis con el Grupo la Ancha (que gestiona junto a su hermano Santiago), un equipo que resulta de cuatro generaciones unidas por la pura pasión de hacer buena cocina y tras el que encontramos Las Tortillas de Gabino, La Gabinoteca, Fismuler, Tatel, La Ancha… y, ahora, Escalope Armando.

El chef Nino Redruello agradece la fidelidad de años del comensal con Escalope Armando, la versión delivery de su buen hacer entre fogones

Un servicio con el que, metidos en aquel confinamiento domiciliario de hace meses (que nos resistimos a recordar), nos ayudaba a olvidar un poquito la situación y nos permitía rememorar aquella infancia de bocados de lo más auténticos mientras la Ciudad Condal peleaba contra el fuckin’ virus. Una propuesta básica pero muy contundente que gira en torno a la indiscutible especialidad de la casa: el escalope Armando, que da nombre a esta iniciativa. 40 centímetros de delgada y crujiente ternera blanca lista para deshacerse en tu boca, y sin tener que salir de casa. Pero espera, que aún hay más.

Y es que Redruello y su equipo también proponen tortillas (Velazqueña, trufada o clásica con callos o pulpo a la gallega), ensaladilla rusa, ensalada de aguacate con manzana y piñones (¡fantasía para tu piquito!), tartar de atún o steak tartar, croquetas de jamón, daditos de merluza, mousse de chocolate, tocino de cielo y una imponente tarta de queso que se convierte en la mejor vacuna contra el mal.

Una propuesta orgásmica para paliar las decaídas de ánimo que puedan sacudir a los barceloneses durante los próximos meses, pero que nos devuelve esa esperanza de que ningún mal dura eternamente y que unidos jamás seremos vencidos. Nino Redruello agradece a sus comensales su fidelidad con Escalope Armando (y por cada Armando de 40 cm vendido se donará otro a una persona necesitada) y nosotros aplaudimos y masticamos… que es lo que vamos a hacer para olvidar mientras Barcelona no pueda volver a levantar el vuelo.