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Ariana Díaz Celma

El mejor bar del mundo es ahora también el speakeasy más codiciado del momento. Simone Caporale (ex Artesian de The Langham) y Marc Álvarez (experto en biología molecular y ex jefe de barra del grupo El Barri de Adrià) no estaban satisfechos colgando en la puerta de Sips la etiqueta de mejor coctelería internacional según el prestigioso listado que publica anualmente The World’s 50 Best Bars. Ahora dan un paso adelante y se superan abriendo las puertas de su rebotica para mostrar la trastienda más high end de la ciudad.

El concepto líquido de Esencia by Sips introduce una experiencia revolucionaria, en la que el cóctel se convierte en la unidad mínima entre barman y audiencia

Mientras que el Drinkery House sigue impertérrito defendiendo la bandera de mejor coctelería del mundo, los más sibaritas -y siempre previa reserva- podrán colarse en el backstage del local del 108 de Muntaner, atravesando una densísima cortina de PVC que aisla al visitante y le sitúa en un universo único. El concepto líquido de Esencia by Sips introduce una experiencia revolucionaria, en la que el cóctel se convierte en la unidad mínima entre barman y audiencia, que puede llegar en grupos de máximo 5 personas.

Sin dejar de lado el concepto intrínseco de la palabra Sips (sorbo), Esencia ofrece precisamente un menú de 9 tragos en el que, durante aproximadamente 1 hora y por 65€, puedes testear la coctelería más conceptual que nunca te hayas echado a la cara, de jueves a sábado y en dos turnos: a las 7pm y a las 21pm. En dicho menú, organizado en secuencias de tres sorbos cada una y con un hilo conceptual que gira alrededor de conceptos tan simples como ‘Hielo’, las mentes hiperactivas de Caporale y Álvarez son capaces de volar la cabeza al más entendido en mixología.

Los que quieran una experiencia más completa, pueden escoger la versión extendida del menú, con 14 tragos y por la que pagarán 110€. Ambos son la llave para replantearse el cómo bebemos hoy en día, sin límite alguno a la creatividad más efusiva. Todo en un espacio regido por el minimalismo estético, en el que elegancia, sobriedad e innovación de dan de la mano, aunque sin dar la espalda a sabores familiares, que aquí se presentan en su vertiente más líquida. Una experiencia que cualquiera debería vivir mínimo una vez en la vida.

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