Les Tres a la Cuina es lo que sucede cuando una irlandesa y una mejicana se unen para hacer comida con espíritu take away. Ellas son Anna O’Flynn y Mariana González, dos enamoradas de la buena gastronomía que perdieron una tercera socia -por si te preguntabas donde estaba la número tres- a los pocos meses de vida debido a una maternidad. Se instalaron en un modesto local fuera del radar que rastrea el núcleo duro de Gracia y el resultado, tras algo más de dos años de vida, es obvio: lo están petando. Te contamos el porqué.

Anna y Mariana tienen claro que los productos deben ser frescos y de proximidad (sus verduras, por ejemplo, vienen directas de La Casita), algo que ayuda a que todas y cada una de sus recetas sean sabrosísimas. Lo mejor del tema es que, aunque a priori nacieron como un negocio take away, la popularidad que han ganado gracias al boca-oreja les ha llevado a instalar alguna que otra mesa en el lugar. Si encuentras sitio para degustar sus platos in situ con sus  cubiertos de picnic, serás un afortunado. El menú cuesta 9 euros, lo que incluye un primero y un segundo a escoger entre dos platos, que culmina con un postre casero. Para que te hagas a la idea, la última vez que nos acercamos a Les Tres a la Cuina  probamos una ensalada de calabacín crudo con albahaca, parmesano y limón; y un aranchini de alcachofa con ricotta y hierbas -era la primera vez que comíamos esta delicia italiana y nos sorprendió gratamente- de primero; y secreto de cerdo con rodicchio y patatas al horno; o berenjena ahumada, pistacho y dátiles de segundo. De postre, un tiramisú hecho con bizcocho. Cada día cuelgan el menú en facebook, por si te lo estás pensando o por si decides llamar para que te reserven uno: puedes hacerlo y pasarte cualquier momento antes de las 18:00 horas, cuando cierran. Ah, os anunciamos que últimamente han estado experimentado con la cocina india y no se les da nada mal.

Una de las novedades de Les Tres a la Cuina, además del hecho de que puedes desayunar ahí, es el brunch de los sábados y domingos. Tienen un chef especialista en la materia para hacer huevos en todas sus vertientes: pochados, florentine, mixtos o la cazuela con berenjenas, patata y tomate. Si eres algo más clásico, siempre puedes decantarte por los clásicos fritos o, si eres amante del riesgo, los revolucionarios huevos ‘no duros’, pasados por agua y rellenos de aguacate, mozarella, albahaca y chile seco acompañado de pan de chapata. Recomendamos que lo riegues con su Bloody Mary al estilo Morrissey o de la Mimosa, hecha con cava de Casa Mariol, bodega que les representa.  

También funciona a modo de pequeño colmado donde hacerte con algún que otro enser básico para tu despensa. Un total win lo mires por donde lo mires.