Hace unas semanas entrevistábamos a la fotógrafa Martina Matencio (@lalovenenoso en Instagram), que nos contaba que, sin tener un fotógrafo favorito ni un referente claro, la exposición Frank Horvat. Please don’t smile en la Fundació Vila Casas le impactó de verdad y se vio reflejada en el trabajo del italiano. F: Frank Horvat. Cortesía de la Fundació Vila Casas

Y es que la muestra, ideada y dirigida por Antoni Vila Casas y el propio Horvat, es un homenaje ideal a uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX. A través de unas ochenta fotografías que presentan al fotógrafo de forma imprevisible y recurrente, aprenderemos que, tal y como dice el italiano, la fotografía es «the art of not pushing the button«.

Desde sus inicios Horvat fue directamente influido por el mundo literario y la poética creativa, por artistas de la talla de Goethe, Rilke o Dante Alighieri. A través de sus fotografías, vivenciales y autobiográficas, quiso manifestar que lo que le interesaba de ese arte era vender aquello que no se puede expresar con palabras: la poética visual de la simplicidad.

Empezó su carrera como fotógrafo de moda sentando cátedra en el género durante los años 50 y 60. Guiado por Henir Cartier-Bresson, que actuó como maestro y mentor del italiano, fue el sentido crítico del legendario fotógrafo francés el que forjó el estilo definitivo que Horvat lleva más de medio siglo practicando.

Café de Flore, Paris 1962 in Harper’s Bazaar. Por Frank Horvat

La exposición Frank Horvat. Please don’t smile se puede visitar en los Espais Volart de la Fundació Vila Casas hasta el 28 de julio, por tan solo 5€.