Ya hemos hablado, en otras ocasiones, de las peculiaridades de aquellos restaurantes que basan su discurso inspirándose en un producto y en torno al cual plantear una magistral puesta en escena que sorprenda al comensal más descreído. Una labor que Flores de Alcachofa consigue llevarse a su terreno y su sabrosa hortaliza, el aplauso inmediato. ¿Seguimos?

El paseo de la Castellana añade un nuevo éxito gastronómico a su dilatada lista con Flores de Alcachofa, el último proyecto del hostelero David Lecanda tras su celebrado El Pimiento Verde. Un restaurante que partiendo de la tradición como guía culinaria retoma desde nuestros guisos y especialidades más conocidos (y los de la zona sur de Europa) a una serie de opciones que cruzan el Atlántico para adentrarse en el exótico mundo de la gastronomía más latina.

Un local que nace en torno a la alcachofa como producto estrella, esencia de su apego a la frescura de las materias primas de toda la vida

De este modo, a la ecuación magistral que se despeja del sencillo pero milenario plato de alcachofa le siguen otros platos como sus rabas de calamar de Puertochico con alioli de lima; los boletus silvestres al cabrales; la tortilla de bacalao con huevos de corral; espárragos mantequilla con D.O. de Navarra; arroz marinero cremoso con almejas, pescado de lonja y gambas; ensalada fría de quinoa con bonito escabechado y ajo negro; tequeños de Caracas con salsa tamanaco; arepas del valle con carne y salsa costeña de Cartagena de Indias; ceviche limeño con su toque de ají y leche de tigre; carnes como su cachopo de ternera avileña con cecina, queso fundido y patatas fritas o la presa ibérica con majorero, uvas al P.Ximénez y ñoquis de tomate y pescados como su rape-sapito salvaje con sofrito del norte o un pulpo con patatas marineras, tomate, pimentón y sal de chorizo que se deshace en boca.

Si eres de los que dejas hueco para un postre de lo más goloso, su suflé de chocolate y crema de avellanas con corazón caliente o la tarta casera de queso con confitura de frutos rojos serán al premio a tu espera y la razón por la que la experiencia no te impida volver de nuevo sin avisar.

Muy pronto también contarán con desayunos. ¿Para qué movernos del sitio?