By
Laura Milán
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Funky Bakers lanza su propia línea de gelatos artesanales bajo el nombre de Funky Glacée, elaborados a diario en su obrador a partir de ingredientes frescos de temporada, para alegrar a toda persona que tenga la suerte de probarlos. Ideales para consumir en cualquier época del año, los Funky Glacée incluyen sabores tan apetitosos como el dulce de leche, el chocolate y el pistacho, que se consolidan como clásicos, mientras otros irán variando según la época y la disponibilidad, como el mango con maracuyá o el yogur con higos y arándanos. Ya estás salivando, ¿a que sí? F: Los apetitosos sabores de Funky Glacée © Funky Bakers

Los Funky Glacé se elaboran con más leche que nata, por lo que el porcentaje de grasa y azúcar es mucho más bajo que en los helados industriales

Funky Glacée cuenta con diversas particularidades que hacen de cada gelato algo único, como lo es su elaboración, con más leche que nata para reducir el porcentaje de grasa y azúcar alejándose así de los helados industriales. Además, con el firme objetivo de conseguir un sabor más equilibrado y ligero y una textura suave y sedosa, tampoco se utilizan huevos en su preparación. Lo más cool de su packaging, por otra parte, es que están disponibles en tres tamaños diferentes: el pequeño, que incluye una cucharita en su interior para consumir individualmente, el mediano y el grande. Además, en el Deli también se pueden degustar en formato bocadillo, hecho con bizcocho de chocolate y helado de fior di latte.

El cremoso Funky Glacée de yogur con higos y arándanos © Funky Bakers

Y es que además de poderlos comprar en el Deli, los gelatos se pueden probar como postre en Funky Bakers Eatery, donde se sirven acompañados de un biscotti de babka, también elaborado in situ. Y el espectáculo no ha terminado: es posible degustar los Funky Glacée en formato Media Luna, un delicioso postre inspirado en una receta típica de Turquía, que se prepara con una oblea turca (helva de papel).

En resumen, que si los pruebas, acabarás chupándote los dedos.