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Ariana Díaz Celma

Tierra de piratas en el medievo, los hippies descubrieron en Formentera un soplo de libertad y alegría durante los 70s. Himno de la contracultura y el amor libre de le época, la revolución del peace & love más genuïna llegaría a la isla gracias a visitas ilustres como Pau Riba, James Taylor, King Creamson o Bob Dylan, que cuenta la leyenda vivió alguna que otra temporada en un molino de La Mola. Y hablando de molinos, el que aparece en la portada del disco ‘More’ de los también asiduos a la isla Pink Floyd -banda sonora de la cinta de culto que firma Barbet Schroeder- es también un estracto de la pequeña de las pitiusas, donde se rodaron varias escenas de la película. Hitos como la aparición de Formentera en el film ‘Lucía y el Sexo’ de Julio Medem en 2001, la independencia de su hermana mayor Ibiza en 2007 con la constitución de un gobierno propio, o el rodaje, en el verano del 2009, del spot de una popular cerveza en parajes únicos de este pedazo de tierra que solo mide 16 km, abrirían la isla al mundo, aunque sin perder ese aire de irreverencia que se respira solo cuando uno pisa su puerto, única vía de entrada a la misma. Sin más dilación, aquí los spots imprescindibles para no perderse los mejores rincones de esta tierra de lagartijas fosforescentes y calas paradisíacas.

¿Dónde Dormir en Formentera?

Paraíso de los Pinos (Ctra. Es Mal Pas Migjorn, Sant Francesc Xavier). Situado en la playa de Migjorn, una de las pocas que prevalecen vírgenes de las masificaciones, encontramos este oasis que permite conectar con la esencia de la isla. Rodeado de un bosque autóctono de pinos y sabinas y caminos centenarios que conducen al mar, este remanso de paz recrea el estilo balear en un compendio de 29 suites y seis villas en los reglamentarios azul y blanco, gestionadas por la formenterense Lina Bustos que, tras viajar y experimentar a lo largo y ancho del mundo, decidió volver y aplicar su conocimiento a la esencia de la isla. Este hotel se convierte en un oasis exclusivo que hace bandera del lujo relajado y pausado, y que busca el cuidado en los pequeños detalles.

Refugio de famosos, pero también de caras anónimas que buscan un lugar discreto y sostenible en el que reponerse del vaivén urbanita, Paraíso de los Pinos es un espacio donde los materiales naturales usados se unen a diseño contemporáneo y autenticidad. Un lugar donde respirar el aire puro de Formentera y revivir la esencia de lo que fue y sigue siendo la isla. Sus amplias habitaciones cuentan con cocina completamente equipada -las villas también jacuzzi en su terraza- rodeado de buganvillas y caminos de payés. Además, se sirve desayuno cada mañana en un agradable porche con vistas a la piscina, que también cuenta con zonas de descanso, de la que pueden disfrutar todos los huéspedes.

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Villa en Paraíso de los Pinos

¿Dónde comer en Formentera?

  • Casa Natalia (C/ Major, 78, San Ferran de Ses Roquetes). Como bien indica el nombre, Natalia Juan es la encargada de dar la bienvenida a los comensales que copan este agradable lugar, un restaurante con esencia genuinamente formenterense situado en el que también es uno de los pueblos más auténticos de la isla. Sentad@ en una mesa situada cerca de la puerta, uno se da cuenta fácilmente que la mayoría de clientes son ya habituales y que llaman por su nombre de pila a la consorte de Carles Abellán, encargado de servir en sala a ritmo frenético. Hace ya cuatro años que ambos decidieron coger sus bártulos durante la temporada de verano para refugiarse en Formentera y convertir este restaurante en una extensión de su hogar. Para ello, tenían claro que no querían playa -muy masificada por estos lares- sino un pueblo donde servir a los clientes al final del día. Firme referente de la oferta gastronómica de la isla por la proximidad de su servicio y la calidad del producto, Casa Natalia se aleja del concepto tapas que tanto caracteriza sus locales de Barcelona para servir platos de cocina tradicional pasados por el filtro del aclamado chef, inventor absoluto del archicopiado bikini trufado, del que tiene la patente absoluta. En Casa Natalia se puede abrir el apetito con ostras o su king crab, que viene en un goloso emplatado cuando se acompaña de caviar. Entre sus imperdibles encontramos el atún akami con mantequilla negra, soja, piñones y queso azul; el tartar de tomate al estilo clásico; la sabrosa y siempre original raya a la brasa con mantequilla negra, alcaparras y lima, un pescado que desafortunamdamente no abunda en las cartas debido a que es difícil de limpiar; o platos de cuchara como la tradicional frita de langostinos de Sant Carles al estilo Formentera. Es imprescindible coronar la velada con clásico que sabe a Abellán como es el chocolate con pan y un toque de sal. Como apunte, comentar que la bodega cuenta con hasta 700 referencias, así que los amantes del vino encontrarán en Casa Natalia su particular refugio.

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Es habitual encontrarse a Carles Abellán haciendo de anfitrión en Casa Natalia.
  • Es Mal Pas (Ctra. Es Mal Pas Mit Jorn, Sant Francesc Xavier). El Paraíso de los Pinos no solo esconde uno de los remansos de paz más bien guardados de la isla, sino que es también casa de uno de los restaurantes más románticos y sorprendentes de la isla. El que ocupara el prestigioso Marlaca hace ya años, es ahora un comedor íntimo donde degustar una carta de proximidad de la mano del chef Arnau Santos, que factura cocina creativa sin dejar de lado tradición mediterránea y de su Valencia natal. Una cena en Es Mal Pas empieza por el aperitivo de la casa, un detalle que sirve a modo de auténtica declaración de intenciones en forma de bombón de mejillón en escabeche, una delicia que marca el nivel 1 de una comida que solo va a ir in crecendo. La carta permite seguir con platos refrescantes y sorprendentes como el tiradito de lubina ahumada con salsa cítrica de coco; el carpaccio de gamba roja con papada ibérica; la berenjena a la llama con cremoso de Idiazábal y sardina ahumada; para culminar con delicias como la cola de bogavante con crema de mejillones y azafrán. No obstante, el adn valenciano del chef se puede mostrar en platos como el arroz meloso con pulpo y gambas, que se cocina con un fumet al punto tal y como manda la tradición de la Comunidad que más paellas factura al año. Entre los postres, el globo de chocolate o el cheesecake de queso de cabra (de la isla), son completos aciertos para disfrutar los últimos minutos del que es sin duda uno de los hotspots más inexplorados de la isla. Un completo acierto que bien merece la pena explorar.

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El arroz de Es Mal Pas
  • Fandango (Av. Miramar, 1. Es Pujols). Pies en la arena y vista en el mar. Pisar Fandango es sumergirse en el mood chiringuitero elevado a la enésima potencia, en un oasis situado en plena playa de la siempre abarrotada Es Pujols. Porque…. ¿Qué nos puede gustar más en pleno verano que un chiringuito bien montado? Hedonismo y buen comer se dan de la mano en este comedor que, para buscar la materia prima, pone la mirada en su entorno más cercano, ya sea mar, montaña o huerta. Con el producto como bandera, el arroz se sitúa como uno de los iconos de la propuesta gastronómica, siempre con un sello personalísimo que se nota no solo en el sabor, sino también en la puesta en escena, tal y como demuestran el de tuétano a la brasa con coliflor y caviar; el de chuletón con su grasa y pimientos del piquillo; o el de pulpo bajo estas líneas. No obstante, en Fandango también practican unos de los platos más típicos de la isla: la langosta de Formentera, cocinada con huevos fritos y patata crujiente como manda la tradición, pero añadiendo un toque de sobrasada que la hace única. Platos como el atún rojo con huevos rotos, el brioiche de anchoa de Santoña con mantequilla ahumada o el ceviche de gamba de la isla sobre lima a la parrilla son otras opciones que convierten este restaurante a primera línea de playa en una visita obligada, probablemente la única que merezca poner un pie en la localidad de Es Pujols. Para terminar este festín repleto de foodporn, nada mejor que la híper digestiva piña asada a la parrilla, mascarpone, caramelo y menta.

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El arroz de pulpo de Fandango.
  • Es Caló (C/ del Vicari Joan Marí, 14. Es Caló de Sant Agustí). Si hay un lugar de peregrinaje al que ir para degustar en su máximo esplendor el mítico plato de la isla, este es Es Caló. Entrantes como la tradicional ensalada de tomate, ajo y ‘peix sec‘ toma otra dimensión gracias a una carta de vinos top y una de las vistas privilegiadas de la isla, donde además puede que coincidas con vecinos como Carla Bruni y Sarkozy, habituales del lugar cuando visitan Formentera. Ellos, como tantos otros, saben que en ningún otro lugar se cocina -y come- el bodagante como aquí. Obviamente, frito y servido en un segundo pase con patatas y huevos fritos, tal y como manda la tradición formenterense. Palabra de habitual.

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Bogavante frito con patatas -antes del huevo frito- en Es Caló

¿Dónde comer en la Formentera más old school?

  • Sa Figuera. (C/ de s’Estufador, 5. Pilar de la Mola). En el extremo más alto de la isla, a solo unos metros del faro menos concurrido, pero no por ello menos bonito, se encuentra este restaurante de pueblo en el que comer una versión más económica y menos sofisticada del bogavante frito con huevos y patatas. La calma y tranquilidad que transmite su terraza te harán olvidar que Formentera se ha convertido en una isla a ratos un tanto masificada.
Bogavante frito con patatas y huevos en Sa Figuera
  • Sa Platgeta (Camí de Can Simonet, 1). A pocos metros de la todavía salvaje playa de Migjorn encontramos uno de los restaurantes más auténticos y mágicos de la isla. Ensaladas de payés al vuelo, tapas de siempre, pescado del día y comida sin pretensiones para degustar en sillas de aire setentero a precios asumibles dentro de los estándares de Formentera. Se trata del favorito de muchos asiduos a la isla, y más aún ahora que ha cerrado el también cercano Sol y Luna (DEP), así que se recomienda reservar, ya sea al mediodía o por la noche. Imprescindible asentir cuando Juanjo, el alma del lugar, ofrece hierbas caseras para la sobremesa.
Sa Pagesa, la ensalada típica de la isla, con pescado seco
  • Es Cap (Cruce Cala Sa Ona). Este restaurante de carretera, dirección al Far de Barbaria por la -única- carretera principal, es uno de los secretos más bien guardados de la isla. Una agradable terraza sirve ensaladas, comida casera y su plato estrella: costillas de cordero al estilo Formentera con patatas y pimiento verde. El mítico aperitivo de Formentera, el alioli con aceitunas, es también uno de los más sabrosos a lo ancho y alto de la isla.
  • Fonda Pepe (C/ Major, 0. Sant Ferran de Ses Roques). Parada obligatoria de artistas como Bob Dylan y Pink Floyd en los 70s, este lugar aún conserva el aura hippy de la época. Hoy en día mezcla autóctonos de la isla, algún que otro guiri despistado y un montón de habituales que quiern tomar unas hierbas alejados de las aglomeraciones y el glamour bling bling que se sirve ahora en muchas partes de la isla y de la que muchos aún deciden escapar.
Vino Savina

¿Qué beber en Formentera?

El buen amante del vino debe saber qué, además de la hierbas caseras que se sirven en cualquier sobremesa, en Formentera se facturan dos vinos que en escasas ocasiones salen de la isla debido a su limitada producción. El primero, Savina – también el más popular y el más fácil de encontrar-, es un ecológico nacido del ensamblaje de viognier, malvasía, moscatel de grano menudo y garnacha blanca; y que se produce en la zona de la Mola. El segundo, Hippy, surge de viñas situadas en el extremo opuesto de la isla, en el Cap de Barbaria. Se trata de un xarel·lo joven fácil y muy digestivo. Si uno tiene la ocasión, se recomienda acompañar alguna comida o cena con los mismos, ya que muchos restaurantes de la isla cuentan con ambas referencias.

Vino Hippy

¿Qué comer en Formentera?

Uno no puede abandonar Formentera sin probar sus sandías, que son una auténtica explosión de sabor comparadas con las que se prueban en la Península. Hasta hace poco era posible probarlas para merendar en el legendario Bartolo, pero una reciente ley ha obligado el cierre a los pocos chiringuitos auténticos que tenía la isla. Por suerte, es posible comprar una en las paradas que puedes encontrar en la carretera principal o en alguno de sus supermercados. Imprescindible también probar sus ensaimadas, ya sean las de la mítica panadería Manolo de Sant Francesc o las rellenas de la más recientemente inaugurada pastelería Sucre (C/ Pilar de la Mola, Km 12,2 -dentro del complejo del Hotel Entre Pinos), un secreto que aún es poco conocido entre los new comers del lugar.