Hoy dedicamos hotspot a un clásico que, a lo largo de los años, ha sabido reinventarse como ningún otro, sin perder esa esencia arty que tanto le caracteriza. Hablamos de Il Giardinetto, un restaurante que abrió en los ’70 de la mano del fotógrafo Leopoldo Pomés y que ha mantenido un ambiente bohemio y exquisito todo este tiempo, con una carta de regusto italiano. Parte de su encanto reside en su decoración que, como bien indica su nombre, simula un jardín y convierte la experiencia de visitar el lugar en algo que roza lo onírico.

Su decoración simula un jardín y convierte la experiencia de visitar este especial restaurante en algo que roza lo onírico

Estos últimos años Il Giardinetto ha llevado a cabo una pequeña reforma y se ha abierto al exterior, gracias al trabajo de los arquitectos Iván Pomés y Max Llamazares. Ellos han sido los responsables de derribar parte de la fachada, para que interior y exterior interactúen, y de que el piso de arriba mantenga una iluminación algo más potente, para convertir así la zona en más tranquila y confortable. Los cambios no se han limitado a su decoración, sino también en su carta. La cual va mutando cada cierto tiempo para mantener contentos nuestros paladares.

El chef Sergi Millet es el responsable de las recetas de Il Giarginetto, que ha ideado una carta de platillos muy acertada para comer en barra y que, además, salen algo más económicos que su propuesta regular. Entre ellos encontrarás platos como el imprescindible mini bikini de foie en crujiente de pan de miel y especias; o el clásico huevo en panecillo de jamón ibérico; así como el roastbeef de atún a la sal con vinagreta de tomate y albahaca; el dúo de panzerottis; el tartar de atún o el canelón de rabo de toro. Normalmente cuentan con una carta que mezcla delicias italianas -como por ejemplo platos como el mítico trío de pastas- con otros de corte mediterráneo, siempre acompañados por buena música y sabrosos cócteles. Además, cuentan con un menú de mediodía por 22 euros.

La decoración y la gastronomía en Il Giardinetto sólo sirven de preámbulo para lo que se acaba convirtiendo en una auténtica experiencia. En el lugar siempre se pueden ver caras conocidas, pues es punto de encuentro de intelectuales y otras personalidades de la ciudad. El punto arty, pero, lo pone su escaparate, en el que siempre se puede ver una instalación a cargo de algún artista local.

Photos © Cecilia Díaz Betz