La cocina mexicana te encanta. Desde la primera vez que te dejaste caer por uno de estos restaurantes, te ganaron por la panza y es un sentimiento que, a día de hoy, sigue teniendo, no lo niegues. Y es que siendo México y España tan cercanas, tan hermanas, es normal dejarse llevar por lo rico de su cultura y lo sabroso de su puesta en escena. Todo esto adquiere palabras mayores en Iztac, un local donde se innova, donde se arriesga y que mantiene la alta gastronomía como único hilo conductor.

Localizado en el barrio de Chamartín y celebrando esos ricos platos aztecas que hacen la boca agua con tan solo nombrarlos, Iztac recibe su nombre de la leyenda de los amantes Iztaccíhuatl y Popocatépetl. Un cuento a lo Romeo y Julieta, versión sudamericana, que inspira al chef Nacho Oropeza y equipo en su particular apuesta por lo tradicional y moderno de una cultura variopinta con mucho que ofrecer.

El chef Nacho Oropeza plantea una propuesta de alta gastronomía y recetas de lo más tradicional para festejar, por todo lo alto, lo más sabroso y rico de la cultura charra

Bocados sorprendentes que explotan en nuestras papilas gustativas y nos envuelven en un viaje de lo más genuino, de lo más elaborado, de lo más auténtico. Un local que, sustituyendo a aquel México Lindo (restaurante inaugurado en 1959), adapta su marco a su contenido, apostando por una decoración ideada por FREEHAND Arquitectura que se aleja del chirrido popular de otros mexicanos para abrazar líneas más neutras y elegantes pero sin perder su lado más divertido, más chicano.

Una cocina con carácter, la de Oropeza, que sirve como viaje de noroeste a sureste (de la baja California a Quintana Roo, para que quede más claro) y que nos teletransporta a la tierra de Luís Miguel y Frida Kahlo con un chute de molotes (quesadillas fritas), memelas (tortillas bicolor cocinada con un poco de manteca y untada de salsa roja y verde, con queso, cebolla, torrezno y frijoles), mochomos (vacío de ternera), aguachiles, enchiladas, esquites (mazorca blanca hervida y aromatizada con epazote) que acompañan a su pesca a la veracruzana, pulpo frito de Puerto Progreso, perdices en mancha manteles, cochito chiapaneco (crujiente lechón) o tacos que saben a gloria.

¿Echas en falta algo? ¡Claro que sí, guapi! Podrás empapar todas estas ricas especialidades con esas micheladas, margaritas o selecto convoy de mezcales que te regalarán un fin de fiesta en el que solo podrás para tus adentros: ¡VIVA MÉXICO, CABRONES!