En la calle Moratín hay un pequeño rincón para los incondicionales del jazz. Desde 1979 Jazz Bar ofrece buena música en un pequeño y mítico local que invita a una conversación íntima con una buena copa en la mano. Obviamente, aquí el garrafón es impensable. Clásicos del jazz de fondo y trato personalizado para una tarde tranquila.

El local gira alrededor de una bonita barra de madera acolchada en cuero, con pequeños rincones reservados detrás de las columnas con cómodos sillones. Las paredes están decoradas con carteles de los mejores músicos de jazz de la historia. Para acompañar tienen bebidas calientes y un buen surtido de espirituosos. Su especialidad es el café irlandés, preparado con nata de pastelería, y los gintónics, con más de treinta marcas de ginebra y múltiples tónicas. También tienen cócteles como el Tom Collins o el Gin Fizz.

El horario de Jazz Bar es amplio, lo que lo hace ideal tanto para un café a primera hora como una copa de afterwork o por la noche. En verano puedes disfrutar de su terraza: al no encontrarse en una calle con mucho tránsito de coches hace que sea muy agradable.

Aquí el tiempo se detiene y se respira paz en un ambiente íntimo con luz tenue a ritmo de John Coltrane, sin duda un gustazo en medio del acelerado ritmo de la ciudad.