Algunos tienen la creencia de que un japonés donde se cocina comida china, o un chino donde se cocina comida japonesa, no es un restaurante de fiar. Craso error. Si hay algo que caracteriza el virtuosismo y el buen hacer de un negocio de estas características es que, sin perder su particular hoja de ruta, sabe adaptar otro tipo de cocinas, elaboraciones, texturas… a la suya propia y con nivel. Kiboka es un claro ejemplo de toda esta paranoia.

Por si no lo sabías, la cocina japonesa tiene mucha influencia de la china. Solo hace falta echar un ojo a ese ramen que te vuelve loco, esas gyozas con las que te chupas hasta el último dedo o a esos palillos que ya has dominado como arma de comilona masiva. Pues bien, en Kiboka todos los límites se cruzan y las bocas se callan.

El chef Quifeng Lin saca provecho de sus raíces chinas para enfrentarlas a la cocina nipona como perfecta pareja, fusión ganadora

Un local regentado por Quifeng Lin (también conocido como Dani) que, originario de una pequeña ciudad de la costa sureste de China, desembarca en Madrid tras 15 años de paradas entre Tenerife, Las Palmas, Santander, Bilbao o Barcelona. Una llegada a la capital por la puerta grande y que al ritmo que su Kiboka logra un perfecto maridaje Japón-China, de esos con los que es difícil no apuntarse el tanto.

Un local que incide en ese rollito industrial vintage con pinceladas a bullicio callejero oriental; que sirve de perfecto marco para una serie de pequeñas obras de arte sobre la mesa. Una amplia carta de básicos nipones pero con ese twist que los convierte en verdaderamente molones al paladar. Así, babeamos con sus múltiples creaciones de sushi (aburi uramaki, gunkan, italiano uramaki o suma maki), carnes (solomillo rollo o gyozas de carne), sopas (de algas o medusas), arroces y noodles (ramen o sukiyaki) y unos pescados que tienen en el marisquito su pasaporte al paraíso más foodie. ¿Eres escéptico? No dejes de probar su bogavante, la gamba roja o la navaja y su langostino. ¿Para regarlo todo? Pues sake, ¿o es que no hemos venido a jugar?