Cuando hablamos de recuperar clásicos de la gastronomía es normal que pensemos en platos que nos hayan acompañado toda la vida o que, al menos, sepamos hayan sido grandes éxitos foodies de un periodo de tiempo por pequeño que haya sido el mismo. Muy variadas opciones por muy exóticas que puedan parecer que quizá nos hacen olvidar a una serie de especialidades que no sentimos como tradicionales (dada su constante modernidad) pero que responden a décadas tras sus espaldas. Y es en este preciso instante cuando nos viene a la memoria el famoso sushi y el local L.A. Sushi como uno de los mejores si queremos hacer acopio de buenas muestras.

Situado en los límites del barrio de Chamartín y apostando por la japo-fusión como sabrosa fantasía sobre la mesa, L.A. Sushi es un claro homenaje a la entrada de este suculento plato en en los Estados Unidos en la década de los 60. Una vuelta a los sabores primigenios de las composiciones más artesanales en los que los rolls de arroz envolviendo al alga nori enamoraban a los paladares más cosmopolitas.

Una vuelta al Los Ángeles más sesentero en clave de roll o cualquier especialidad en japo-fusión

Un local que viene a unirse al anterior en Madrid (situado en la calle Espíritu Santo) y que gracias al empresario y cocinero Álex Casado continua la aventura no solo de presentar al público 11 nuevas creaciones sino de recuperar un tiempo que nos vuelve a saber bien y que nos roba el paladar.

Ricos rolls de salmón crunchy, rock tempura, soft shell crab, steak tartar o langostino en tempura (entre otros) que se hacen rodear de otras tantas variantes como sus gyozas de verduras, tempuras variadas, dim sums para chuparse los dedos, croquetas al estilo de la casa, tartares atún o salmón, ceviches de hamachi, sashimis de pez mantequilla, toro, atún o salmón, nigiris, yakisobas o incluso un tataki de solomillo que nubla la vista y que nos hacen caer de bruces y satisfactoriamente alimentados frente a sus woopies de maracuyá o tiramisú de té verde y bizcocho de sake como postres estrella.

Un local recomendado si lo que pretendes es darle una vuelta a la gastronomía oriental que tanto te gusta y con la que te sientes estancado por la falta de naturalidad, autenticidad y sabor de propuestas repartidas por la capital y que venden humo. Aquí, todo lo contrario. ¡Muy buen provecho!