Si eres un fiel amante de la carne en todas sus variantes, puede que en ocasiones destierres el pollo de tus platos favoritos debido a su -a primera vista- falta de versatilidad. Estamos más que acostumbrados ya al steak tartar, al carpaccio, a los tacos de solomillo. A la vaca, al cerdo, a la carne de oveja, pero, ¿qué pasa con el pollo? ¿Es que solo lo podemos tomar los domingos a l’ast o a la plancha? ¡Obviamente no! 

En La Brochette consiguen ensalzar el pollo al altar de las carnes más deliciosas

Como si de una revolución se tratara, hace ya unos meses apareció en la ciudad La Brochette, un coqueto bistró dedicado casi en exclusiva a esta carne blanca. La Brochette nace como un santuario del pollo y, de hecho, es el primer local en Barcelona en torno a este producto. Desde las más simples y conocidas elaboraciones hasta sorprendentes recetas que sorprenden al más escéptico. Este pequeño pero acogedor restaurante lo tiene todo para convertirse en el nuevo hotspot favorito de carnívoros i omnívoros y es que la carta tiene de todo. Los platos están pensados para compartir (o no) y en ella encontrarás ensaladas, canelones, brochetas y varios platos para acompañar.

Nuestra andadura por La Brochette empezó con unas cremosas croquetas de pollo, los tacos de salmón marinado con tostas -como ves, no todo es carne-, el crujiente de berenjenas a la parmesana y el vitello tonnato, una deliciosa y refrescante ternera acompañada de salsa de atún. Mención especial a la brocheta de pollo con fonduta de queso taleggio. La combinación entre el pollo crujiente y la cremosidad del queso no podía ser más perfecta. Para terminar semejante festín no pudimos irnos de La Brochette sin descubrir su ya famoso pollo a l’ast marinado con seis especias y patatas fritas caseras. Por cierto, si eres de rituales y los pollos a l’ast del domingo son sagrados, aquí también hacen take away.

No es ningún secreto que en Good2b somos muy de postres, así que ver que los de La Brochette eran caseros e irnos de allí sin probar uno no entraba en nuestros planes. El tiramisú y la tarta de manzana estaban increíbles pero la tarta de queso… ¡a la tarta de queso le haríamos un monumento! No os vamos a chivar el motivo pero os recomendamos muy mucho que guardéis un poco de espacio para esta maravilla.

Además de la carta, atención especial merece también la decoración de La Brochette. Inspirado en los años ’60, en este local se respira un ambiente familiar y acogedor a partes iguales. Si te apetece pasarte a descubrir las bondades del pollo -y lo que no es pollo- apunta las coordenadas que encontrarás a continuación.