– No quiero nada hasta que halle un lugar donde pueda establecerme. No sé donde queda ese lugar, pero sé como es. Es como Tiffany´s.

– ¿Tiffany´s? ¿Se refiere a la joyería?

– Así es. Tiffany´s me vuelve loca.

Si el personaje de Audrey Hepburn en ‘Desayuno con diamantes’ fuera menos adicta a los diamantes y estuviera más concienciada con el mundo, fuera más aficionada a lo natural y defensora del producto orgánico, saldría de su casa de La Latina de buena mañana y pasaría bajo el Viaducto de la calle Segovia, dejaría La Almudena a sus espaldas, Las Vistillas a la izquierda y caminaría unos metros hasta el número 55, dónde se encuentra una peculiar tienda de nombre italiano, La Colazione. 

‘Desayuno’, su traducción al español, es un proyecto que nació en el salón de la casa de Ana y Javi. Ana era aficionada a elaborar productos cosméticos naturales que distribuía entre sus amigos y “siempre tuvo la intención de llevarlo más allá, así que un día nos decidimos”, cuenta Javi. Haciendo la famosa tormenta de ideas para el nombre, Ana tiró de su conocimiento de italiano para recoger con una palabra la esencia de la tienda. La pareja ha combinado la venta de cosmética natural con otras de sus grandes pasiones como el té, las hierbas y especias ecológicas y las velas aromáticas, elementos que ayudan a comenzar el día en condiciones. “Con este tipo de productos, muchas veces se descuida la calidad y el diseño, así que nosotros buscamos buenos proveedores y acabados bonitos. A veces los creamos nosotros, como el empaquetado de las bolsas de té.”

 La Colazione tiene todo lo necesario para comenzar el día: cosmética natural, té y café orgánico, hierbas y especias y hasta una sección de desvaríos con vírgenes customizadas en resina mineral

Ana y Javi acaban de inaugurar la segunda vida de La Colazione, ya que se han mudado a la calle Segovia procedentes de Las Letras, dónde zarpó el proyecto. “Encontramos el local en esta calle y, aunque esté al lado del centro, es más barrio, nos va más. Se me cayó el alma a los pies cuando me enteré de que el 70% de inmuebles en Las Letras eran para alquiler a turistas”.

Nuestra Audrey madrileña no encontrará diamantes ni souvenirs en La Colazione, pero si busca miel, chocolate, café, galletas o caramelos orgánicos, éste sería su sitio. Si quisiera regalar a sus amigas sales de baño, cremas ecológicas, barritas de masaje relajantes, aquí las encontrará. O si se tuviese el día transgresor, probaría suerte sin dudar en la sección de ‘desvaríos’, que actualmente incluye una colección de figuras de vírgenes customizadas hechas a mano con resina mineral. Entonces Audrey diría que por fin ha hallado su lugar:

– Así es. La Colazione me vuelve loca.