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La Lasagna di Patrizia, auténtico bocado italiano

La Lasagna di Patrizia, auténtico bocado italiano

En alguna ocasión ya os he hablado de la valentía que hay que tener para abrir un local cuya carta gire exclusivamente en torno a una única opción. Propietarios de restaurantes que están tan seguros de lo que hacen y cómo lo hacen que se juegan todas sus cartas a su particular caballo ganador y que en este caso, no es otra cosa que una rica, sabrosa, deliciosa lasagna. ¿Nos vemos en La Lasagna di Patrizia?

Y si te gusta tanto como para llevarla a casa y disfrutarla en la intimidad, aceptan pedidos por encargo

Esta vez ponemos rumbo a Pozuelo de Alarcón (a 20 min de Madrid, no se asusten) para probar la lasagna (o lasaña) di (o de) Patrizia. Situado a un tiro de piedra del Campus de Somosaguas, donde la Facultad de Ciencias Económicas, la de Políticas y la de Psicología se dan la mano, descubrimos este pequeño local más cafetería que restaurante pero que nada tiene que envidiar a locales con una variada carta. Y es que su lasaña es especial y todo gracias a su ingrediente secreto: Patrizia.

Allí la pasta se prepara con huevos frescos y harina (nada de conservantes); la salsa bechamel con leche, mantequilla y harina; no se olvidan del queso parmesano, el queso pecorino y la mozzarella de gran calidad y ya luego el plato fuerte: su relleno. Ofrecen la clásica, la de verduras, la boscaiola con puro chorizo italiano y la scamorza ahumada, una especie de carbonara para el paladar.

Cuatro sabores diferentes que nos acercan a este plato típico italiano, preparado (según la región) de diferente modo, llevada como regalo al anfitrión cuando nos invitan a pasar un día en su casa y cuya receta ha pervivido en el recetario itálico desde los orígenes del Imperio Romano.

Pero, ¿y de postre? Si pensabas que la sobremesa iba a ir acompañada de una lasaña dulce estás equivocado. Otro de los grandes postres italianos hace su aparición: el tiramisú. Dulce que en su origen se ofrecía en los burdeles de las afueras de Venecia para reanimar al personal después de sus proezas amatorias (“te tira su”, significa ‘reanimar’) y que llega a La Lasagna di Patrizia para poner ese broche final en un negocio donde tanto amor por la bella Italia profesan. El tiramisú de toda la vida junto a una opción en chocolate para niños y personas abstemias que harán que nuestra mini expedición, más allá de los confines del centro de Madrid, haya valido la pena.