Ahora que se aproxima el buen tiempo, si estos cambios en la climatología nos lo permiten, lo que más nos pide el cuerpo son planes al sol. Demasiado tiempo en el hogar, mirando desde el balcón, que ha hecho mucha mella y que nos obliga a querer salir sin parar y a disfrutar de todo lo bueno que el día fuera nos ofrece. Una excusa más que obligada que nos permite, por ejemplo, que en nuestro próximo paseo por El Retiro acabemos comiendo en La Mariterránea, un nuevo restaurante con vistas al mar, gracias a un plato estrella que nos induce a ello: la paella. F: Todas las imágenes cortesía de La Mariterránea

Celebrando el éxito de su primera apertura en Formentera, La Mariterránea llega a Madrid con el único objetivo de convertirse en el referente arrocero de la capital. Una proeza un tanto complicada, pero para la que Pilar Jorcano y Antonio Posillipo unen fuerzas por puro amor a las materias primas de primera y a una Terreta que sigue teniendo mucho que decir fuera de sus coordenadas habituales.

Si no te van las paellas al uso y lo que quieres es mambo, pídete cualquiera de sus arroces creativos

Una labor que con mucho mimo ejecutan, entre arroces de cultivo propio y con denominación de origen, para un comensal que sabe lo que quiere y que en cuestión de granos entiende bastante. Un cliente que no acepta cualquier cosa y que, sin duda, encuentra en La Mariterréna su place to be para disfrutar comiendo estas recetas que han pasado de generación en generación sin perder su calidad suprema.

Un estilo de vida, curtido por el calor de los años, que ahora llega a este local de tonos blancos, azules y amaderados que convierten este local de dos plantas en el fiel reflejo de una Valencia rica y bien sabrosa, que sigue sabiendo cómo sacar partido de su plato estrella.

Una familia que te abre las puertas con una carta de lo más sugerente y apetecible y que más allá de potentes paellas como la valenciana con pollo y conejo, la Senyoret con el marisco pelado o la de bogavante (que es un verdadero pecado), sorprende por su buen hacer entre puntillas de corral con huevo y jamón, tempura de verduras a la miel, espeto de sardinas al romero, ensalada de tomates con peix sec, gambas al ajillo, pisto de atún con titaina y piñones, calamar a la plancha con vinagreta de frutos secos, fideuá de verduras, lubina con tomates confitados, rabo de toro en su salsa y sus tartas de queso o de lima con nata montada, pues ya sabemos de tu pasión dulcera. ¿Echas de menos algo? Tranquilx, también cuentan con servicio de pan (con y sin gluten) con allioli y tomate rallado. Ahora sí, ¡qué rica sabe esa Valencia a la que cantaba Francisco!