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Bru Romero

Si hay un tipo de cocina que siempre es un básico en nuestros planes de ocio más gastronómico es la cocina asiática y todas sus variantes. Sabores exóticos que necesitamos como dosis periódica y que en el caso del restaurante La Pagoda se presentan particular fusión, aunando texturas japonesas, tailandesas y chinas. ¿Te vienes?

Situado a escasos minutos de la Plaza de Castilla y maravillando a un vecindario no acostumbrado a tener entre sus locales, un hotspot instagrameable hasta la saciedad, La Pagoda nace del esfuerzo del Grupo Tao por presentar la gastronomía asiática con un twist más moderno y menos sujeto a la tradición.

Si pretendes ser original y adentrarte en el maravilloso mundo de las cervezas asiáticas, la Tsing Tao, la Kirin Ichiban, la Singha y la Asahi son la mejor selección

Un local que entra por los ojos tanto en el diseño del propio restaurante como en lo vistoso de sus emplatados y que manteniendo una perfecta relación entre calidad nos seduce desde primer minuto.

Alimentos de primera línea, muy bien ejecutados y que desde el harumaki de langostinos, los rollitos de verduritas y aguacates envueltos en papel de arroz, las gyozas a la plancha, la sopa agripicante con huevo cuajado y verduras, los falsos huevos rotos con atún rojo, los nigiris envueltos en alga de foie caramelizado y atún picante o los variados makis a las ensaladas de algas japonesas, el bol de arroz con salmón macerado, lechuga, wakame y mayonesa, la tempura, las tiras de buey crujiente con salsa agridulce, tirabeques y suave chili, los tacos koreanos o la sabrosa yakisoba, entretienen hasta la extenuación más sibarita a nuestro paladar. Actividad que le deja con ganas de una próxima reserva donde seguir probando más especialidades. Porque habrá más días.

Una dirección a la que poner rumbo si lo que quieres es sorprender y sorprenderte y no solo por lo bonito del enclave sino del mensaje que va directo a nuestro corazón… de entregado gourmand.

¿Cómo se dice «¡que aproveche!» en japonés?

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