Si La Textil fuera una hortaliza, sin duda sería una cebolla, con tantas capas como sorpresas. En el corazón –la más profunda de todas ellas–, encontramos una fábrica de cerveza, el core de este proyecto que se define a partir de una buena colección de barriles que se autonutren día a día in situ. Y, aunque la producción de birra es la actividad que mejor define la esencia de La Textil, también es la más invisible, pues queda escondida en las tripas de un enorme local de tintes industriales donde también encontramos un bar, un restaurante gourmet que es una auténtica ovación a las brasas y un club con un soundsystem 10 que hace bailar a cerca de 200 personas cada vez que abre sus puertas. F: Todas las imágenes cortesía de La Textil Collective © La Textil Collective.

Aunque la producción de birra sea la actividad que mejor defina la esencia de La Textil, también es la más invisible

Así pues, este espacio multifuncional y muy ambicioso sirve sus cervezas artesanales hechas allí mismo, que se pueden degustar junto a cócteles de autor en su bar, que va mutando a lo largo del día. Con poca pereza, La Textil levanta la persiana cada mañana para servir desayunos con su riguroso café de especialidad, que viene firmado por las tostadores locales Hidden Coffee, para dar paso a comidas, meriendas y cenas informales a lo largo del día. Los nombres y apellidos los ponen a la hora de comer platos como las costillas de cerdo ahumadas, los huevos con jamón ibérico o las patatas fritas con salsa teriyaki, mayonesa de kimchee y shiitakes encurtidos. Por la noche, la propuesta muta con opciones como el Brisket ahumado con wasabi y havarti, el Choripan de chorizo criollo con confitura de naranja y pico de gallo o la hamburguesa Superveggie. 

La Textil nació en el complicadísimo mayo de 2021 bajo la visión de Brian Blazek y ha ido encajando sus rotativas al barrio y su público. Y, aunque tiene claro que la cerveza debe ser su hilo conductor, lo que convierte este espacio en one of a kind es sin duda su restaurante gastronómico, situado tras unas aterciopeladas cortinas que cuelgan donde el bar parece llegar a su fin. Ahí empieza una auténtica experiencia que recomendamos vivir en la barra, para no perder detalle de la ejecución de cada uno de los platos, así como del savoir faire de sus encargados. Allí, una parrilla vasca fabricada por Josper se convierte en la absoluta protagonista del show gastronómico, en el que el humo y el fuego tienen un papel clave.

Un speakeasy escondido tras cortinas de terciopelo esconde el lado más gastro de La Textil

Este espacio, con aire de speakeasy, está asesorado por el chef Pablo Lagrange (S. Pellegrino Young Chef 2018) y cuenta con una suculenta carta y dos menús degustación (de 50 o 100€, maridaje aparte), que tiene los fermentados como bisagra para que la consecución de platos no pierda coherencia. El desfile trata productos como la vieria, que pasa por la brasa y a la que añade raifort y agua del hinojo silvestre; o la ostra de Normandía con tuétano a la brasa y demi-glace de carne. El festín toma cuerpo con platos como las mollejas con agua de berenjenas, polvo de grosellas y col; la carne de vaca con chimichurri y salsa holandesa; o un sencillo cogollo pasado por la brasa con pan tostado, kiwi, miso y praliné de pistachos. Kilómetro cero y técnicas sencillas dan como resultado recetas elaboradas por sus ingeniosas combinaciones.

La última (o penúltima) pantalla de La Textil se enuentra en su barra de cócteles, con creaciones líquidas como el Damn Good Coffee, un twist de espresso martini con destilado de malta producido en La Textil, espresso, especias, rim de chocolate y sal de pistacho; o el 5′ O’Clock Somewhere, un aperitivo suave a base de Lillet Blanc, ginger ale, fresa fresca, limón, miel de pino y salvia. Coctelería de autor con pocas pretensiones pero mucho conocimiento detrás.

Además, los jueves, viernes y sábados de 21:00h a 01:00h, La Textil cuenta con sesiones de DJ vinyl only. Los más achispados, si la noche lo permite, podrán sumergirse en las entrañas de La Textil, donde los music lovers que aprecian un buen sistema de sonido podrán bailar hasta las 3am.

La Textil Collective es un espacio que innova y ofrece a Barcelona una experiencia única, a través de la conciencia que nos proporcionan los productos locales y de temporada, con total detalle a la economía local y el medio ambiente. Además, da gran importancia a los fermentos, que ayudan a mejorar el sistema inmune. Todo a través de un menú líquido y sólido que sorprende por su elaboración y sabor, y que, aunque nada pretencioso, sí se presenta como original y único. Un lugar que vale la pena visitar una vez porque, después, seguro que volverás.