Está visto que aquí el que no se renueva, remodela o le da la vuelta al tinglao’ no merece mención alguna y es que, en esto de la oferta gastronómica, siempre es bien volver a lo tradicional pero con la consabida vuelta de tuerca. Tascas las hay a montones pero, ¿y si la tasca en cuestión da un paso más y marca la diferencia? 

Cocina de mercado y productos frescos, como días de septiembre van despidiendo el verano, se convierten en el acierto de Le Qualité Tasca, local situado en Chamberí donde lo alternativo camina parejo a la tradición mejor digerida. María Antón y Marcos Gavela han sido los encargados de situar este restaurante en la órbita de sitios donde dejarse caer una vez cada 15 días, que es el tiempo que hace falta para que nuestro mono por volver, despierte.

Le Qualité Tasca se une a la gran familia de gastro garitos que surten la calle Ponzano, arteria con más bares de Europa

Un lugar que ya cuenta con otros 2 establecimientos más situados en la capital (y provincia) y que amparados por una estética sofisticada y un ambiente de formalidad descarada, consigue apuntarse el tanto en cuanto a gastronomía se refiere. Impecables materias primas necesarias para hacernos disfrutar con su falso helado de ensaladilla rusa, crujiente de morcilla con compota, milhojas de la huerta con jamón ibérico y queso manchego al gratén, perdiz escabechada sobre cremoso de col, pimiento de piquillo y brotes, pulpo de Bueu a la brasa con cachelos de patata asada o tartar de solomillo de ternera asturiana con huevo de codorniz.

Un auténtico deleite para el paladar, verdadera batalla de sabores a robarte el corazón y que con cualquiera de sus 30 referencias en vinos y alguna que otra copa post comida, terminará con una victoria sobre la mesa y cartera que también se sentirá satisfecha. ¿Se puede pedir algo más?