Casi siempre nos gusta dejarnos caer por esos restaurantes coquetos que dan rienda suelta a nuestro ocio más gastronómico pero en formato íntimo y personal. Pequeños locales que no aspiran a las grandes plataformas que ya conocemos y que, la mayor parte de las veces, descuidan no solo en servicio al comensal sino también en la calidad de sus platos. Pero ¿qué pasaría si te dijéramos que hemos encontrado un restaurante de esos donde perderse es una obligación y no solo por su propuesta culinaria sino también por sus 1,100 metros cuadrados de superficie total? Amigos, ¡bienvenidos a Lux!

Los adeptos a los cocktails más variopintos encontrarán en Lux (y en su imponente barra) el combinado idóneo para cada momento

Proyectado como la apuesta más arriesgada de Grupo La Máquina y calentando los motores de una nueva temporada que se plantea más que fascinante, Lux responde al paladar más cosmopolita. Un nuevo espacio que llega para revolucionar gastronómicamente al barrio de Salamanca, que poco tiene que envidiar a la competencia y que se convierte en nuestra meta si lo que queremos es transitar de la cocina española a la asiática pasando por la italiana o la mejicana.

Una aventura deLUXe de esas que te atrapan desde el primer instante, que recupera la labor del camarero de toda la vida (que no es solo un simple porteador de bandejas) y que en este edificio de principios del siglo XX permitirá el encuentro de aquellos fieles amantes de la curiosidad hecha textura y explosivo sabor a cada bocado.

Un local divertido y diferente, a tres alturas, donde ver, ser visto y fascinarse con la comida conforman la misma fórmula para que el proyecto perdure y la clientela se afiance. ¿Acaso no es lo que pretenden tanto los grandes como los pequeños restaurantes? ¡A comer se ha dicho!