¿Qué haríamos sin la cerveza? Esa rubia o morenita (según gustes) que tantas veces nos acompaña en ese aperitivo, afterwork al salir del trabajo, cena con amigos o mañanas en las que crees que la resaca se cura con unos cuantos tragos del botellín. Una bebida que dé sabor refrescantemente amargo y fabricada a partir de granos de cebada germinados, encuentra su mejor encuadre en un local que, si eres amante del birreo, no deberías dejar de conocer: Mad Brewing.

Del creador del ‘Bar Animal (Picar&Beer)’, llega este lugar donde descubrir el sabor de la cerveza que mejor case con nuestro rollo

Localizada en un antiguo edificio industrial de Ciudad Lineal, descubrimos una calle no por todos conocida que esconde la meca de la cerveza al natural. Un punto de encuentro a dos alturas en el que nos topamos con una primera sala dispuesta a comenzar con la experiencia cervecera, una barra con sus necesarios tiradores (10) y su colección de taburetes y un restaurante de estili Tap Room, donde hacer de la ración el mejor acompañante a nuestra elección líquida. Arriba, espacio para las catas.

Un concepto desarrollado por el chef Tibor Domenech, criado en los fogones de Sacha, que apuesta por un centro de operaciones en el que cervezas realizadas allí mismo, son presentadas a un público ávido de sabores diferentes.

Una fábrica de cervezas que a golpe de Mad City, Session Saison, Trigo Hoppy o Red Ale (sus especialidades) hace sintonizar los sabores menos artificiosos, gracias al maestro cervecero de la Fábrica Maravillas, Dave Rodríguez, con unas gambas blancas, quisquillas fritas, mejillones, para los que lleguen con poca necesidad de llenar el buche o bocata de aguja de cerdo y brisket de ternera para aquellos que, insaciables, quieren experimentar la aventura hasta el postre, culminando con su tarta de cerveza negra.

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