No hay nada más español ni más propio de nuestra idiosincrasia que pasar las horas entre amigos o familia disfrutando de una caña bien fresca, un vermú casero y unas tapas y/o raciones para alargar el plan hasta quedar más que satisfechos. Nos gusta aprovechar el momento y al final, la tradición y lo que se viene haciendo desde tiempo inmemorial sigue ajustando las coordenadas de nuestro ocio que tampoco requiere de grandes lujos pero sí de una buena compañía. De esto sabe mucho Malpica. ¿Lo conoces?

De los creadores del Circo de las Tapas, Malpica propone y dispone raciones para sibaritas de los sabores de toda la vida

Si hay algo que no podemos arrebatar a la zona de Malasaña es la de ser una de las zonas a elegir perfecta si lo que se busca es una oferta variada de garitos a gusto del consumidor. Malpica corresponde a aquellos que apuestan por la informalidad, por una copa de buen vino y una ración de buñuelos de bacalao que provocan que tu corazón empiece a latir a mil por hora. Es normal. El verdadero placer de lo sencillo, lo llamamos.

Un punto de encuentro (que no de paso) de los obsesionados por detener el tiempo y hacer de él, un valor seguro que juegue con nosotros y no en nuestra contra. El local donde Marta y Antonio nos engatusan desde el desayuno y que bien entrada la madrugada aún sigue dejándonos con ganas de más. Y es que su menú del día, de fin de semana o brunch así lo merecen.

Un restaurante que es más bar de toda la vida donde su pincho de tortilla, bocata de calamares, bravas de la casa, berenjenas fritas con miel, torreznos fritos, ensaladilla rusa o mejillones, navajas y berberechos (en lata) conviven en gastronómica armonía con gyozas de verduras, ensalada de boletus con espinacas, sorrentinos con crema de puerros y queso parmesano, lomo de buey trinchado o un pastel de zanahoria que nos exhorta a tener que comerlo. ¿No se te hace la boca agua? ¡Demos gracias que aún existan bares como Malpica!