El mejor croissant del país
Cuando te dicen que vas a probar el mejor croissant del país tienes dos opciones: mirar a quien te está hablando con escepticismo o bien empezar a salivar con el simple hecho de imaginar este pequeño dulce en tus manos. Como imaginarás, en Good2b hemos optado por la segunda.
Lluís Costa de Vallflorida Xocolaters se ha alzado con el premio al Mejor Croissant del Estado 2015
Vallflorida Xocolaters es la pastelería ganadora de este suculento premio. Un pequeño establecimiento ubicado en un pueblo del Montseny –Sant Esteve de Palautordera- que lleva ya más de 30 años dedicándose a la creación artesanal de chocolate, turrones, pasteles y claro está, croissants.
El joven Lluís Costa –segunda generación en Vallflorida Xocolaters– nos ha presentado, además del croissant de mantequilla -con el que se ha alzado con el premio al mejor croissant del estado 2015- otras maravillas como el croissant de frambuesa, el de albaricoque con fruta de la pasión, el de mascarpone y el de chocolate.
¿Cuál es el secreto de este croissant? Según Costa, la suma de cuatro factores básicos: los ingredientes –harina, leche, agua, azúcar y mantequilla-, la fermentación, los pliegues –en Vallflorida hacen tres capas- y la cocción. De hecho, hemos conseguido sacarle la receta del croissant, así que si quieres sacar tu lado más cocinitas a relucir, toma nota de todo lo que necesitas:
1 kg de harina
150g de masa madre
100 g de azúcar + 15g de azúcar invertido
25 g de sal
20 g de levadura
250g de mantequilla
200 ml de leche fresca
280 ml de agua
- Se mezcla la harina, levadura, agua, azúcar y mantequilla, amasándolo bien
- Se deja un rato en el congelador para bloquear la fermentación
- A 3º se lamina la masa, se añade la mantequilla, la cortamos en triángulos y volvemos a reservarlos en la nevera entre una y tres horas.
- Los triángulos, una vez enrollados, se ponen de nuevo en una fermentadora a temperatura ambiente durante 3 o 4 horas.
- Hornear el croissant a 180º con mucho aire para que quede crujiente.
- Sácalo del horno, ponlo en un reja para evitar que la humedad se quede retenida en la lata y… ¡a comer!